El lado más couché de Bono

ESTHER L. CALDERÓN 19/07/2010 19:22

La noticia ha llegado como un géiser. Bono, el más madiático de los presidentes del Congreso, el más católico de los ex ministros socialistas, se separa "de mutuo acuerdo y de manera amistosa" de su esposa Ana Rodríguez. Veintinueve años, cuatro hijos y varias legislaturas después, el político y la empresaria piden "respeto a su intimidad" en estos complejos días. Visto que Pepe no deja de dar portadas y titulares a lo largo de los últimos años, en divinity repasamos su faceta más couché.

Nexo entre política y farándula: No creía Bono que la amistad de su hija Amelia con Manu Martos, hijo del cantante Raphael, iba a desembocar en boda, pero Talavera de la Reina fue testigo en 2008 de una de los eventos del año, con permiso de la de Belén Estaban y Fran, celebrada ese mismo día de junio. A punto está ahora de ser abuelo por segunda vez.

Casi nuero de Carmina: A su otra hija, de nombre Ana y de profesión abogada, se la relacionó durante varios meses de 2008 con Cayetano Rivera Ordóñez. La prensa aseguró entonces que a Bono no le hacía mucha gracia que el torero estuviera divorciado.

Ana, una joya de empresaria: Durante años trabajó en la organización del PSOE en Castilla-La Mancha, pero Ana María Rodríguez aprovechó su imagen de mujer elegante y culta (estudió sociología) para emprender una glamourosa aventura empresarial con joyas de diseño. En la actualidad es propietaria de seis tiendas Tous, que le ayuda a gestionar su hija Amelia.

Amante no confirmado: Como en las grandes tragedias griegas, dinastías televisivas y culebrones pasionales, aquí también existen amantes en la sombra, nunca confirmados pero por todos comentados. Varios medios se hicieron eco en 2006, cuando Bono dejó el Ministerio de Defensa "para dedicarle tiempo a su familia", del supuesto romance de Ana Rodríguez con un misterioso joyero cordobés.

Tiene su propio ‘caso’: Añadiendo morbo financiero al contexto, hasta en cinco ocasiones ha pedido el Partido Popular que se investigue el patrimonio del seis veces elegido presidente de Castilla-La Mancha. El Tribunal Supremo acaba de archivar todas las pesquisas del llamado ‘caso Bono’ al no apreciar "ningún tipo de delito".

Alopecia regresiva: El verano de 2008 fue decisivo para Bono. Concluyó el curso político con pronunciadas entradas y volvió de vacaciones con tupido tupé. La culpa del rejuvenecimiento, un microimplante capilar que dio la vuelta a las portadas de todo el país al más puro estilo Berlusconi. Cuatro meses después de la noticia, se disparó el número de consultas en clínicas capilares y se triplicó el número de implantes, a pesar de los 7.000 euros que cuesta.

Padre adoptivo a lo Brad Pitt: Según él mismo ha compatido, su mujer regresó profundamente impresionada de un viaje a la India y se lo propuso. Bono no acababa de verse como padre adoptivo, pero una estancia en Sudamérica le convenció. El presidente del Congreso dio rienda suelta a su faceta hollywoodiense más solidaria adoptando en Chile a principios del 2000 a Sofía, la pequeña de la familia y "lo mejor” que ha hecho en su vida.

Su hijo varón, jinete: No se es de una familia de renombre hasta que alguno de los miembros se dedica a la equitación. Durante algunos años, José Junior (1985) encaminó sus pasos hacia el periodismo, pero enseguida prefirió dedicarse al noble arte del salto a caballo. Actualmente regenta La Almenara, instalaciones hípicas ubicadas en Toledo, donde pudo vérsele con una pariente de Ana García Obregón, Carolina Aresu, con quien se le ha relacionado.

Micrófonos abiertos: Grandes debacles internacionales han sido causados por descuidos. Bono estuvo a punto de crear una crisis europea sólo ayudado por un micro y un epíteto. ¿Quién no ha escuchado eso de “Oye... y nuestro colega Blair. Ese es un gilipollas integral”?.

Alter ego con acento: Nadie es suficientemente famoso hasta que no tiene imitadores. Bono consiguió exportar su idiosincrasia manchega gracias a su propio guiñol de gomaespuma, que reproducía su querencia por la ‘j’ hasta el infinito: “¡Viva Ejpaña!”.

Vacaciones en Baqueira: Capital invernal extraoficial, este rincón del Pirineo Catalán marca el ritmo del quién es quién anual. Reyes, príncipes, artistas y deportistas se ven las gafas de ventisca cada temporada en el telesilla. Bono no se ha quedado atrás.