Conmoción por la muerte de Mila Ximénez. Su pérdida a los 69 años después de doce meses de intensa lucha contra un cáncer de pulmón ha dejado huérfanos a amigos, familiares y audiencia, que se han unido para dar su último adiós como se merece a una mujer que ya es historia de la televisión y del papel couché. Entre las despedidas más sentidas a esta sevillana con tantísimos altibajos vitales ha sido la de Lolita Flores, que le ha escrito una carta abierta en su Instagram con la que salda cuentas pendientes y le pide perdón.
La intención de la hija mayor de Lola Flores ha sido reivindicar a la Mila más desconocida, la que tuvo que sobrevivir antes de que 'Sálvame' y el universo Telecinco le salvase la vida y le diese esa estabilidad de la que gozó en sus últimos años de vida. "Te has ido luchando, como siempre en tu vida, con esa apariencia de comerte el mundo y siendo una mujer sensible y auténtica", le ha dedicado con tristeza poco después de que se confirmase el triste final de la colaboradora.
"Fuimos, somos y seremos amigas", le ha prometido con dolor. Y ha ido más allá, entonando el mea culpa por los errores que pudo cometer en el pasado y que quedaron sin cerrar: "Nuestra amistad tuvo altibajos, pero siempre nos quisimos y nuestras confidencias se quedaron entre nosotras. Perdóname si en algo te ofendí".
Con frases como "mi familia te sigue queriendo y lo sabías", "vete tranquila, todo lo hiciste por amor" o "te vamos a echar de menos", Lolita Flores se ha despedido de su amiga Mila Ximénez, con la que siente que cierra un ciclo, tal y como contó horas después en una breve intervención en 'Sálvame', donde aseguró que parte de su juventud se había ido con ella. Tras su adiós, la cantante y actriz ha confesado que siempre se quedará con esa "sonrisa única" que nunca olvidará.
La tertuliana siempre fue una más en el clan Flores, sobre todo durante su etapa marbellí, su etapa marbellícuando conoció a Manolo Santana y su hija Alba aún era un bebé. Su presencia era constante en la casa que La Faraona tenía en el sur de España, donde fue forjando una amistad tanto con Lolita como con Rosario Flores, que también ha lamentado su fallecimiento.
Por suerte, a pesar de que la enfermedad la debilitó en sus últimas semanas de vida, el consuelo de Lolita es haber podido despedirse de ella: "Las últimas conversaciones que tuvimos se quedan en mi corazón hoy con mucha pena y mucha tristeza". Algo que también le sucedió a su también amigo Pablo Alborán, gran ídolo de Mila, que también le dijo adiós con una emotiva promesa: