Los pendientes de Arancha y la espalda de Mónica nos enamoran

Pinceladas que triunfan.- Cuando en la sobriedad se la juegan los complementos hay que emplearse a fondo a la hora de elegirlos porque se convierten en los verdaderos protagonistas. Éste fue el caso de la gala de ayer para celebrar los 250 años de Moët & Chandon. La elegancia le dio la mano a la sencillez, pero la clave estuvo en las minucias.

Arancha del Sol.- ¡Fans totales de sus pendientes! Vestido de corte griego con un escote precioso, el detalle de los hombros… Pero esas arañas de diamantes con tela incluída son las que han conseguido atraparnos.

Mónica Cruz.- Blanco con detalles plata, manga larga y hasta el suelo. ¿Demasiado tapadita? ¡Hasta que se da la vuelta! El escotazo de la espalda nos encanta y vuelve a reafirmar que estamos de tendencia, oiga.

Astrid Klisans.- La princesa de Baute se lleva el premio a la más romántica de la noche. ¡Todo dulzura! El trenzado suave del pelo que le cae sobre el hombro desnudo… la guinda del pastel.

María León.- Terciopelo negro, largo, sobrio, pero en la mano… ¡Sorpresa! Un clutch muy pop de un fucsia que enamoraría al mismísimo Dalí.

María de Villota.- La piloto de Renault sabe lo importantes que son unos buenos neumáticos que se agarren a la pista, por eso ha elegido unos peep toes de Louboutin que animan el look black&white con sus suelas rojas, color que también lleva en la laca de uñas.

Fiona Ferrer.- Con un vestido rojo valentino, uñas, taconazo y labios del mismo color, la pizca de sal la pusieron la pulsera y los pendientes en verde aguamarina. Colores complementarios, fórmula de triunfo.

Carmen Posadas.- Para animar la sencillez del traje ha elegido el bolso más ornamentado que ha encontrado por casa. Horror vacui lo llaman algunos, estupendo clutch con pedrería otros.

Lola Marceli.- Con un look de actriz clásica hollywoodiense , pulsera laureada incluida, ha animado el discreto color nude de su estilismo con un anillaco de obispo color esperanza.

Marta Robles.- De negro y oro, colores de etiqueta del glamour y de Moët & Chandon, pero con un collar de piedras que aportan color al conjunto. El collar es arriesgado pero en esta ocasión puede llevarse tranquilamente y con orgullo.

Carmen Lomana.- El detalle de las lágrimas del hombro del vestido que se saludan con las de los pendientes nos gusta. Delicadeza divina.

Isabel Presley.- Que Isabel vaya impecable ya no sorprende. Ella sabe perfectamente que para dar sofisticación al negro, un metal es lo que siempre funciona. Por eso el clutch de brillantes y las complementos de plata y perlas cumplen su papel.