Los toques de atención vinieron uno detrás de otro: primero, la advertencia de su profesor de pilates, que notó que tenía hundido su lado derecho; después, encontrarse de repente en el carril contrario mientras conducía sin darse cuenta; finalmente, que cada vez le costaba más armar frases con sentido.
Así, fue finalmente al médico, y le diagnosticaron un tumor cerebral. Tenía el tamaño de un limón, pero los médicos descubrieron que era benigno. De esto hace dos años, el tiempo que ha tardado en confesarse. A partir de esta experiencia, dice que ha aprendido que visitar al médico es más que una situación que muchos alargamos por pereza: puede ser la diferencia entre la vida y la muerte.
Ahora, habla abiertamente sobre su pasado para concienciar y, además, se ha asociado con la organización Cigna junto con otros actores como Patrick Dempsey, Neil Patrick Harris y Donald Faison para instar a la población de hacerse chequeos anuales y estar más pendientes de nuestra propia salud.