Cuando los futbolistas cambian el chándal por la etiqueta

divinity.es 11/01/2011 14:38

La entrega del Balón de Oro en Zúrich ofreció, aparte de una decepción generalizada por la vuelta sin ningún galardón español, unas imágenes que no se repiten muy a menudo. Y es que estamos muy acostumbrados a ver a los futbolistas en chándal o pantaloncillos cortos o, lo que es peor, hechos todo un cuadro barroco atreviéndose con tendencias de moda imposibles. Pero una gala tan importante y suntuosa nos dejó ver una faceta de los futbolistas a la cual no estamos muy acostumbrados. Es decir, de traje, elegantes, discretos y hechos un pincel. ¡Gracias, Balón de Oro!

La sorpresa empieza por el flamante ganador, Leo Messi, a quien no solemos ver demasiado sin su uniforme del Barça. Cuando va 'de civil' destaca por su imagen un tanto pacata. Sin embargo, sus recientes compras por Milán le han debido inspirar para lucir el modelazo que llevó en la ceremonia. Y es que el jugador vestía con un impecable esmoquin de Dolce & Gabbana con chaqueta de terciopelo y pajarita, rompiendo completamente con todos sus compañeros que optaron por una corbata más tradicional. No sólo iba hecho un pincel, sino que aportaba su toque de innovación con el lacito. ¡Balón de Oro y estilismo de oro! La pulga se está modernizando.

A pesar de sus modales, bastante discutibles, el otro ganador de la noche, José Mourinho, también se cubrió de gloria con su estilismo. El entrenador del Real Madrid eligió un traje de la casa italiana Brioni que le sentaba como un guante. También hemos de decir que el portugués, cuando está calladito, parece todo un gentleman.

La representación española en el Balón de Oro compuesta por Villa, Puyol, Xavi, Iniesta, Piqué e Iker destacó por su sobriedad y su uniformidad: traje de chaqueta oscuro con corbata negra y camisa blanca. Pep Guardiola también rompió un poquito con la norma eligiendo un traje gris marengo, la camisa negra y la corbata gris perla. ¿Sería un estilismo de Antonio Miró, su diseñador fetiche?

Por su parte, Gerard Piqué celebraba el triunfo de sus compañeros y desmentía ser el tercero en discordia en ciertas rupturas con un sencillo Dsquared2 negro rematado con una corbata fina del mismo color. Mejor no arriesgarse con cosas raras que luego te pasa como a Beckham cuando recientemente recibió el premio de la BBC a toda una carrera. Su indiscutible modernidad le hizo ponerse un extraño tres piezas con la camisa negra a cuadros vichy y cuello blanco, combinado con una fea corbata de topos. Claro que era peor el pelo de adolescente acneico con raya en medio que se plantó para el evento. ¿En qué estaría pensando?

Mención especial merece Cristiano Ronaldo, que se mantuvo fiel a su estilo de macarra. Y es que su traje para la entrega del Balón de Oro era negro, ¡pero brillante! ¿Es que es de los Corleone de toda la vida? Hay cosas que no cambian nunca, y qué sería de Ronaldo sin su tronerismo...

Ver más de: