Practiquemos el 'shouldering': ahora lo que se lleva es colocarte mal el abrigo

divinity.es 08/02/2017 16:04

Como dejado caer, a medio poner, resbalado por los brazos y con los hombros fuera, así es como se coloca ‘bien’ el abrigo ahora. Este gesto al que llaman ‘shouldering’, que se ha visto en las pasarelas de Balenciaga, Dior o Acne y que en la calle han repetido las Kardashian-Jenner (y todo su clan de amigas), Rihanna o Chiara Ferragni, es la versión invernal de la tendencia veraniega de llevar los hombros fuera. Lo mejor de todo es que es tan sencillo como usar el abrigo (la cazadora o el plumífero) como si fuera una estola, aunque hay versiones algo más sofisticadas.

Shouldering de pasarela: el hombro es el nuevo escote

Si hace unos días hablábamos del escote en V, hoy hay que prestar atención a otro tipo de silueta: la que gana en ángulo y no en profundidad. Entre las firmas que se han dejado seducir por ella están Balenciaga con estilismos deportivos frente a otros muy sofisticados, Dior apostando por el minimalismo o Acne Studio que se inclina por las prendas oversize. La novedad en este caso no está en la forma del escote, que ni mucho menos es nueva, sino en la manera que tienen de conseguirla: dejando caer unos centímetros las prendas de abrigo, de manera que resbalen más allá del hombro.

Lo más moderno es utilizar el plumífero como estola

Parece una contradicción y efectivamente lo es, porque el plumas es la prenda que te pones cuando hace un frío que pela. Pero esta manera de llevar el plumífero no es sólo una locura o una copia de lo que propone la pasarela, es un truco para afinar la silueta cuando llevas puesta una prenda de proporciones desmesuradas. Kendall Jenner, Rihanna o Kylie Jenner son sólo tres ejemplos de cómo evitar que un plumas tipo edredón te convierta en el muñeco de Michelín.

Dale un poco de descaro a todos tus estilismos

Dejar que el abrigo o la cazadora te resbalen por el brazo tiene una parte de la inocencia y rebeldía de la infancia: si no recuerdas cuando tú lo hacías y tu madre te decía ¡ponte bien el abrigo!, observa cómo se lo colocan los niños cuando salen del colegio. Por eso la clave de esta tendencia es jugar a la naturalidad y a la espontaneidad y no a la sensualidad, aunque el gesto tenga mucho de sexy y de programado. Así que déjate llevar por aquella niña que fuiste y tírate el abrigo para atrás cualquiera que sea tu estilismo: deportivo, casual, lady e incluso formal.