Porque yo lo valgo: cómo llevar con orgullo un escote más allá de los 60

divinity.es 25/01/2017 16:24

El escote de una mujer madura (cuando se atreve a enseñarlo) siempre es motivo de polémica. Le acaba de pasar a Susan Sarandon (70 años) y no digamos a Sofía Loren (82 años), que es ya un icono del tema. De hecho me pasa hasta a mí, lejos de esa edad pero con la esperanza de llegar con cuerpo y ganas de usarlo. El debate sobre lucirlo o no a partir de determinada edad vuelve periódicamente, así que nosotras, siempre a favor del disfrute del propio cuerpo y de la alegría de vivir, hemos elaborado una pequeña guía para todas las que estén dispuestas a saltar por encima de los prejuicios.

Susan Sarandon y dos escotes: un escándalo y una ovación

La aparición de Susan Sarandon en los BAFTA con un estilismo de Max Mara levantó hace ya casi un año algunas críticas (iba a decir serias pero no, no lo son) sobre lo apropiado o inapropiado de su escote. Hubo incluso quien, vía twitter, trató de darle un "buen consejo": "¡Nadie quiere ver tu viejo escote! ¡Tápatelas!".

No sólo no se tapó, llegó la alfombra roja de Cannes y se enfundó un Jean Paul Gaultier con el que no sólo enseñaba, también levantaba para que se viera más y mejor. La reacción en Europa fue muy distinta, aquí los titulares hablaban de su cuerpo de infarto y de su vestidazo, nada que objetar.

1. El límite a los 60 está en el mismo sitio que a los 20: en tu cabeza

Que te guste enseñar más o menos es una cuestión de cabeza, nadie que a los 20 use escotes va a 'desear' taparse hasta el cuello a partir de ninguna edad, otra cosa es que el escote esté o no a la altura de las circunstancias y haya que pensar en un plan B.

Para presumir de busto intervienen dos factores: por un lado, que te guste este estilo y, por otro, que hayas cuidado y mimado tu escote para enseñarlo con orgullo. En cuanto a la primera premisa, es tan personal que no admite objeciones. En cuanto a la segunda, hay mucho que decir y especialmente en lo que a rutinas de belleza se refiere... si no que se lo digan a Sofía Loren.

2. Cuídalo como se merece:

El cuidado del escote requiere una disciplina que comienza mucho antes del momento concreto en que es apreciable la ley de la gravedad, es decir, aproximadamente a los 20-25 años. Un buen consejo es que incluyas el escote en las mismas rutinas de belleza que tienes para tu cara: higiene, hidratación, protección y exfoliaciones, aunque este es solo el kit básico. Si buscas los mejores resultados, tendrás que esforzarte un poco más e incorporar ciertos ejercicios que fortalezcan y tonifiquen el pecho.

Pero no te preocupes si ya vas tarde, puedes recurrir a tratamientos cosméticos que mejoran la textura de la piel, estéticos como la radiofrecuencia, médicos como las inyecciones de ácido hialurónico y quirúrgicos como las prótesis mamarias. A la vista está que dan muy buenos resultados.

3. Si no te acabas de lanzar, tira de transparencias

Si tu pecho no está en tan buena forma como te gustaría, o si lo está pero no quieres compartirlo, una buena manera de llevar escote sin enseñar piel es tirar de transparencias: tules, gasas, encajes, troquelados… hay multitud de tejidos y recursos para insinuar que hay algo interesante debajo de estas delgadas telas pero que hoy no te apetece enseñárselo al mundo, aunque igual otro día sí.

4. La importancia de los detalles: elige con mimo tu ropa interior

Recuerda que, además de los cuidados diarios, es importantísima la ropa interior. No sólo pasados los 60, siempre debes utilizar el sujetador adecuado para tu talla, ya que te evitará problemas de espalda y mejorará la elasticidad de la piel. Recuerda que la talla está formada por el contorno y la copa: así evitarás que se te marquen pliegues en la espalda. En cuanto a las deportistas, no deben olvidar que es imprescindible llevar uno adecuado para hacer deporte, sobre todo cuando es de impacto.