Rodrigo Iglesias va a triunfar, ¡y lo sabes!

divinity.es 26/03/2014 11:38

De las playas de Miami a la portada del ¡Hola! con un traje negro y camisa blanca impoluta, así nos presenta el mismísimo Julio Iglesias a uno de los miembros más jóvenes de su extensa familia. Rodrigo Iglesias, segundo varón de su historia de amor con Miranda Rhysburger, es un chaval de 15 años que se presenta en las páginas de papel couché con un mensaje muy claro: “El sueño más grande que tengo es llegar a ser un artista como mi padre y mi hermano. Me encantaría dedicarme a la música el resto de mi vida. ¡Aspiro a ser la siguiente generación de los Iglesias!”.

Cuántas veces habremos visto a los hijos de Julio y Miranda en las revistas de postín, con sus sonrisas perfectas y sus cabellos dignos de anuncio de ‘Le Petit Marseillais’, posando en sus humildes mansiones de Miami o Punta Cana, sin atisbo de preocupación alguna por la marcha de la cifra de paro en el país natal de su padre o por la situación de Rosa Benito, con lo que nos atormenta a todos. Si hay un apellido para definir la felicidad ese es Iglesias, aún diría más, Iglesias Rhysburger.

Papá -siempre de lateral- sabe como apoyar a sus hijos cuando lo necesitan. Ya hizo lo propio con Miguel Alejandro hace un año en esta misma portada. En exclusiva (mundial), su primer hijo con Miranda le hacía una entrevista “muy personal”, demostrando sus dotes como reportero y arrancando declaraciones de un calibre social que pasará el tiempo y aún no podremos valorar en toda su magnitud: "Me ha hecho más reflexivo. Miguel, yo no puedo vivir sin tu mamá".

En esta ocasión le ha tocado al número cinco de la saga y, como dirían los taurinos, no hay quinto malo. Rodrigo debuta como protagonista de la portada de ¡Hola! a escasos días de cumplir 15 años (3 de abril) y con el pelo algo menos rubio de lo que nos tenía acostumbrados (los genes españolitos han podido a los holandeses), pero igual de atractivo que el resto de la prole.

Debuta y lo hace con un mensaje claro: ¡De mayor quiero ser como papá! Normal, viendo lo que el hijo del Doctor Iglesias Puga ha conseguido en su carrrera profesional. “Admiro todo lo que ha conseguido durante su vida. Ha sido un gran deportista y un gran músico. Lo que más me fascina de él es que a día de hoy sigue logrando llenar estadios de fans”.

Según la publicación, Rodrigo es un chico sensible, alegre, risueño, valiente, buen amigo y con los pies en la tierra. Vive pegado a una guitarra eléctrica para la que siempre saca un rato cada día, eso sí, después de terminar sus clases y hacer los deberes. Pero la música siempre es su prioridad, “no puedo vivir sin ella”, manifiesta en el cuestionario.

“El sueño más grande que tengo es llegar a ser un artista como mi padre y mi hermano. Me encantaría dedicarme a la música el resto de mi vida. ¡Aspiro a ser la siguiente generación de los Iglesias!”. Muy bien, desde luego maestros no te faltan pero, ¿qué opinará el sempiterno "aspirante" Julio José Jr de estas palabras? Cuando eran más jóvenes se llevaban muy bien e iban a jugar partidos de tenis juntos, pero parece que la cosa está cada vez más fría. De hecho ni él, ni su madre ni sus hermanos acudieron a su boda con Charisse Verhaer… aquí huele a ninguneo.

También nos mosquea el hecho de que Julio Iglesias ejerza de padrino en la carrera de Miguel Alejando y Rodrigo pero a sus hijos mayores, los que tuvo en su anterior matrimonio con Isabel Preysler, jamás les haya apoyado en nada: ni una portada, ni una ayudita en sus carreras, mucho menos un dueto… más bien todo lo contrario.

Pero con Rodrigo sí y el joven no vacila en responder hasta quince preguntas, tantas como años cumplirá este próximo mes. En ellas no sólo habla de música, también opina sobre su posición en la sociedad: “Valoro todo lo que tengo porque sé que hay mucha gente en el mundo que no es tan privilegiada”, reconoce la futura estrella de la canción melódica.

Desde luego, medios tendrá para llegar a ser todo lo que quiera. Estudia en el Miami Country Day School, uno de los colegios más históricos y elitistas de la ciudad que está rodeado de un campo de golf privado, y se codea con los mejores músicos y productores del mundo. Y es que, como diría su papá en los ya célebres memes: “Vas a triunfar… ¡y lo sabes!”.