Puntadas con o sin hilo de la MBFWM primavera - verano 2024

divinity.es 18/09/2023 09:48

No sé si cualquier tiempo pasado fue mejor, como escribió Jorge Manrique con nostalgia, pero que la semana de la moda de Madrid fue mejor antaño no es una simple opinión, es la constatación de una realidad.

Hubo un tiempo en el que los diseñadores de nuestra industria llenaban las pasarelas de marca España de verdad. Hoy algunos de ellos tan sólo se dejan llevar por lo que ven fuera para calcar patrones, colores imposibles y hasta emociones que no son suyas convencidos erróneamente de ser no sé qué glorias.

Hubo un tiempo en el que las gradas de invitados se llenaban de gente inquieta por saber qué sueños fabricaban los creadores de esta industria eterna y fascinante que es la moda. Hoy muchos de ellos tan sólo llegan a hacerse la foto de turno, a socializar sin más gusto y placer que el puro cotilleo, a la caza después de un gin tonic gratis, o dos o lo que se tercie o regalen. ¡Qué pereza!

Hubo un tiempo en el que el front row de invitados se llenaba de gente interesante, artistas, creadores, diseñadores de la competencia, top models y estrellas de verdad. Hoy ver a una estrella es una ilusión tan grande como querer coger las del cielo con una mano infantil y parte de lo que se sienta en primera fila es de paupérrimo interés.

Y hubo un tiempo en el que en nuestras gradas de prensa convivían los periodistas históricos, analistas de moda de verdad, con los que empezaban pero con mucho tesón y ganas de aprender. Hoy los pocos periodistas de moda que quedamos, los que analizamos y escribimos de verdad sobre la moda sin calentar la silla ni pavonearnos para nada, tenemos que luchar para que una maraña de adolescentes analfabetos de moda, de historia y hasta de urbanidad no invada nuestro oficio y lo desprestigie.

Escuché con pavor como una supuesta comunicadora de moda al preguntarme sobre algunas de mis novelas no sabía muy bien quién era Schiaparelli, ni mucho menos Fortuny (“Un Palacio en Venecia” es mi última novela de moda) y al recordar mi Balenciaga, el mayor couturier del mundo, la muchacha creía que éste era alguien presente, aún vivo, una especie de colega moderno y jovencito que fabricaba en su taller estos abrigos oversize en los que cabría toda la pandilla de la moza y hasta los vecinos de su bloque de extra radio. Sí, también creía que seguía vivo porque había fabricado esas zapas de poliuretano con alzas que algunos tarados como ella pagan como si se tratase de la mayor exquisitez del arte. Madre mía.

Pues sí, hubo un tiempo pasado en nuestra moda, aquella pasarela Cibeles tenía identidad española al máximo, donde casi todo era mejor.

En la reciente edición de la MBFWMadrid ganó el Premio L’Oréal a la mejor colección Mans, una marca de hombre que se lanza a la mujer para desdoblar patrones. Me quedaré con esta buena “Puntada con hilo”, hubo muchas más, para no decaer en el empeño de volver a las siguientes ediciones con el único propósito de que todo funcione mejor de lo que lo hace ahora. Si no, dejará de tener sentido mi trabajo de analista de moda en esta Feria desde aquella Cibeles chispeante de antaño, y mis más de 20 años, o sea 40 ediciones, de una semana de moda, compromiso y mucho más.

¡Los que tengan que mover ficha, que lo hagan ya antes de que pierdan a sus valedores!

Nota de siempre para mis lectores: Que vaya por delante que mi análisis lo hago con todo el valor y el mérito que reconozco en todos y cada uno de los diseñadores que nos muestran su trabajo serio en esta semana. Me gusten más o menos. Sean amigos o no.

Y aviso también una vez más que el orden de estas Puntadas no responde a la importancia de cada desfile si no a su cronología en el calendario oficial de la semana. No de todos hablaré bien, eso es un juicio en mi libertad de expresión. Que nadie se ofenda. O sí, pero con cordura.

Y de los que no hable, no todo lo que vi sale en estas Puntadas, será opinión. Porque el silencio también es una opinión. Incluso la ausencia en algunos desfiles.

Pedro del Hierro

Sin hilo

El Delirio Habanero de Pedro Del Hierro podría ser un ‘con hilo’ pero de puntillas sobre el filo de un peligroso cuchillo porque toda la magia de aquella Cuba que soñábamos con saborear, con su banda en directo, sus palmeras, su color de verbena y su sabor de mojito en una vieja terraza de La Habana, se quedó casi eclipsado por ese departamento de fiesta de grandes almacenes que parecen a veces las colecciones de la firma, esta vez ni siquiera en Europa. Y esto no es malo por el contenido ni por el continente sino por el perpetuo tedio que provoca que algo no destaque ni hasta cuando lo soñamos desde su puesta en escena. Me gustaron piezas sueltas de la colección, más las floreadas y los rojos que los flúor y los limas y mucho más los chicos que las chicas. Voy a darle la oportunidad a sus creadores de que el año que viene me sorprendan de verdad. Pero de verdad, porque hacer lo de siempre no mola y arriesgar no es tener como apoyo de marketing a Tamara Falcó y sus devenires, que ni me sorprenden, ni me interesan lo más mínimo.

Ynésuelves

Sin hilo

Ni la voz de sirena de su cantante con miriñaque, ni los perros desfilando junto a esas supuestas Nereidas, ninfas y musas de un mar que sólo capté en el pantallón del desfile, me hicieron desear ser un marinero en apuros. Sobre el tapiz lo que había era demasiada mezcolanza de todo, demasiada superposición no bien resuelta y mucho cóctel imposible de épocas, momentos y lugares. No, no me gustó. Ni entendí la defensa del mar en sus ropajes. Me reafirmo en que las filosofías de algunos creadores se quedan en eso, en simples filosofías que no se materializan luego en las propuestas que vemos. Y eso, no puede ser sino una y muchas puntadas sin hilo. Tomen nota.

Jorge Vázquez

Con hilo

Después de su Marrakech exquisito en su última colección de otoño invierno, y de llenar aquel jardín de ricas alfombras y forjas encendidas en llamas del tiempo, tenía tan altas las expectativas del desfile de Vázquez que me quedé con ganas de más. Pero eso no resta su exquisitez, a pesar de lo frío del atrezzo en ese atelier francés de cubos columna de espejo y flores tan recargadas que Coco Chanel habría estornudado sin remedio. Tiene Jorge de todos modos y haga lo que haga ese don de lo exquisito de manera natural. Volvió a los 60 pero con todo el glamour de unos 50 y toda la nostalgia de unos 20 chispeantes donde las cuentas de cristal, las lentejuelas y hasta las plumas conviven en una fiesta tan sofisticada como atrevida. Ojalá muchos Jorges en nuestra semana de moda madrileña, él me recuerda como nadie aquel tiempo pasado que fue mejor.

Paloma Suárez

Sin hilo

El “Glow up” de Paloma Suárez no brilla por más que frote. Tenía a su favor el optimismo efervescente de un montón de tendencias, aunque me horripile ya esta premisa, pero todas juntas más que brillar se mataron unas a otras. Si a esto le sumo la imagen general de una colección que ya desde los burros del backstage parecía hecha para vestir a horteras sin complejos pues la tragedia se veía venir. No desisto en esperar que en otro año su brillo me ciegue.

Simorra

Con hilo

La sorpresa de Simorra y su “Ancestral Weaving” no por esperada me resultó menos gustosa. Me deleité con sumo placer en coser en mi mente sus crochets y sus puntos, en entrelazar sus hilos trenzados y en atar todas esas cuerdas, como la jaula colgante de su desfile, que nos unen en la vida a las personas, a las raíces, a los sentimientos y a las tradiciones. Me gustó y mucho su alegoría a los orígenes del tejido. ¿Qué es la moda sino eso? Tejidos con sentido.

Claro Couture

Con hilo

El océano de Claro Couture tiene todo el sentido que no encontré en las Nereidas de antes. Su colección estaba inspirada en la fluidez de las olas, en la espuma, en el sinuoso romanticismo de las mareas nocturnas. Con atino sus muselinas imitan ese vaivén y los rizos de espuma anidan en sus escotes y cinturas. Todo se llena de fantasías marinas y de sueños de nácar, como los interiores de esas conchas que atesoran perlas, nostalgias y secretos.

Ágatha Ruiz de la Prada

Con hilo

Dicen algunos que no hay nada nuevo nunca en Ágatha. Y yo, incrédulo de tantas cosas, hago bien en no estar de acuerdo. Porque precisamente si hay algo en Ágatha Ruiz de la Prada es que todo es nuevo y optimista siempre. Que no abandona sus colores, sus lunares, sus corazones, sus banderas de libertad… obvio. Pero eso no hace que sus colecciones no sean novedosas y sorprendentes cada año. Y el hacer de lo de siempre una novedad es una tarea talentosa y envidiable.

Dolores Cortés

Con hilo

Me puse con placer el kimono que Dolores me hizo con tanto cariño tras aquella divina colección de la temporada pasada y que hemos disfrutado en la calle esta primavera verano de 2023. Y lo hice no sólo agradecido sino queriendo gritar al mundo la divina y chic libertad que vive en los diseños de esta mujer discreta, sencilla, amable y menuda que es Dolores, pero que se ha hecho inmensa con los años de trabajo. Me había gustado tanto su colección anterior que no pensé que esta me iba a dejar de nuevo enamorado de su baño eterno. Y lo ha hecho. Cuando llegue el verano de 2024 yo quiero volver a vivir sin despertar en el sueño de su Bali y en su isla de los dioses. Y morir de placer rodeado de su jungla, de los ríos y volcanes de un paraíso que Cortés ha sabido pintar hasta en sus volátiles complementos vegetales. Ya estoy durmiendo en el cobijo refrescante de sus pamelas gigantes hasta que llegue el momento de asaltar su paraíso. Bravo por esta Dolores que vuelve a llenarlo todo de glorias desde una simple colección de baño.

Isabel Sanchís

Con hilo

Ganó la anterior temporada el premio L’Oréal a la mejor colección y tenía el listón tan alto por ello que todo era un riesgo. Sin embargo Isabel Sanchís supo poner delicadeza en vez de fuerza a sus diseños y eso la hizo aún más fuerte. Sus drapeados y plisados y sus sedas y gasas conviven serenas con plásticos reciclados, crines y esas plumas que lo llenan todo de sugerente volatilidad. Como las ideas de los que siempre sueñan.

Hannibal Laguna

Con hilo

Yo con los patrones de Laguna no podré dejar de tener nunca una relación de amor/odio. Este año volvió, ya tocaba, a hacerme sonreír de placer. Voy a olvidar que el presidente del Gobierno en funciones se sentase en su front row sin saber a cuento de qué y también los últimos vestidos imposibles de su desfile, a los que nunca renuncia, para saborear toda esa primera parte de una colección maravillosa donde los lunares y los cuadros explotaban en un juego de geometrías y enjambres que me volvió loco de gusto. Qué bueno es que Hannibal abandone a veces su vertiente de madrina de boda y sus manidos provincianismos, aunque entienda que es su economía más fructífera, para sacar a la calle estas joyas que sólo hablan de la buenísima costura que tiene su larguísima trayectoria.

Mans

Con hilo

Ganaron. Eso no significa siempre que sean los mejores, pero la primera colección de Mans para mujer desdobló los trazos de un hombre vanguardista para acabar en una fémina moderna y sofisticada. Me encantaron sus vestidos fuelle, como los plisados históricos de mi Fortuny y sus Delphos, sin mangas, como casacas blancas inmaculadas o champán que flotaban sobre el mismo desfile. Ahora las mujeres de Mans son tan urbanas y chic como lo eran a menudo sus hombres.

Custo Barcelona

Sin hilo

No, no me he dado un golpe. Iba a dar por una vez un “con hilo” a Custo no porque me encantase su colección en general, tan sólo lo hicieron algunas piezas, sino porque esta vez me ha abierto la mente a algo más que su empresa pura y dura con todos esos pingos de ropa a menudo vulgares para mis ojos de moda. Y se lo iba a dar convencido, que nadie crea lo contrario, pero decliné hacerlo. Reconozco sin embargo que había piezas tan diferentes y algunas tan frescas como sus pantalones anchos con bombers en azules mediterráneos que me dejó claro que si no se sofistica más es porque no pretende cambiar su nicho de mercado, no porque no pueda. Y eso, también podría haber sido un ‘con hilo’ aunque fuese empresarial.

Teresa Helbig

Con hilo

La última edición le di un “sin hilo” por primera vez a Helbig. Sé que se molestó pero nunca me lo ha dicho a pesar del buen trato y rollo que siempre hemos tenido. Hoy vuelvo al “con hilo” no por compensar ni reparar nada, sino por reconocer la buena factura de todo lo que hace Teresa desde hace muchos años. Es cierto que ha frenado su punto canalla y efervescente y que sus últimas propuestas me han parecido mucho más planas y sin nada que me pirre pero eso no frena la certeza de que una mujer Helbig nunca pasa desapercibida. Teresa sabe hacerlo, desde un sofisticado París a un vaquero y tosco Texas sin más glamour que la propia esencia de lo que somos.

Aurelia Gil

Con hilo

El “Tiempo” de Aurelia huele a tierra y mar, a flores y formas, y como en los mismos sueños de Dalí bebe desde el azul de nuestro Mediterráneo hasta los infinitos colores de las flores que podrían bordear un jardín en la costa para asomarse a él. Los marrones de su paleta nos anclan a la tierra, como los faros, como el compromiso de los tejidos simplistas y realizados con materiales reciclados. Este con hilo hoy es muy sostenible.

Ulises Mérida

Sin hilo

Él me cae bien de siempre y me fascinó su premiada colección de un invierno tan cálido que daban ganas de que no llegase el buen tiempo. Pero llegó un verano, el que ahora nos presenta Ulises, tan farragoso y estridente que se me esfumó todo sueño idílico. Sigo en shock intentando descifrar qué mujer podría calzarse unos calcetines naranja butano con zuecos rosas como de la bruja chiflada y esas superposiciones irregulares como de dibujos del cajón de un loquero. Si encuentro a esa mujer maldita saldré corriendo para que no me pille en su camino y me arrastre con todos sus desbarres. Lo de meter con calzador en el desfile los rancios uniformes de Renfe ya terminó por matarme.

Fely Campo

Con hilo

La Habana de Fely Campo es mucho más cautivadora y divina que la que guardamos en la retina un día antes. A buen entendedor pocas palabras bastan. Fely se sumerge con buena mano en el art decó de una Cuba tan desconocida para muchos como fascinante para otros. Sus colores, su música, sus danzas bailan bajo una arquitectura todopoderosa. Su “Zigurat” está lleno de pureza de líneas, a pesar de lo intenso de los lamés, los brocados y los metalizados. Esta Cuba nos gusta.

Odette Álvarez

Con hilo

Deseaba que llegase el momento de darle un “con hilo” a Odette Álvarez. Y llegó. No porque me fascinara todo de su colección “Venezia”, ni siquiera porque tenga tan presente la magia de la ciudad con la salida hace relativamente poco de mi nueva novela “Un Palacio en Venecia” sino porque sus colores, sus rayas, sus tejidos y sus abalorios me han parecido una fiesta tan teatral como la propia historia de la ciudad y eso me fascina. Bien por esas mujeres suyas capaces de cruzar todos los puentes de un sueño y hasta de caminar poderosas sobre las aguas.

Jcpajares

Con hilo

Me he rendido otra vez a la artesanía tradicional de Castilla La Mancha, que podría ser la de cualquier pueblo, tierra o rincón de nuestra España de costumbres y arte. JCPajares ha hecho la magia de unir de nuevo tradición y lujo, lo terrenal y la sofisticación. Encajes de bolillos, crochet, bordados a mano, cerámicas, vidrios soplados se funden en patrones urbanos de siluetas oversized, cut-outs y fruncidos de night club. No era fácil este matrimonio tan dispar y a la vez tan compenetrado.

Lola Casademunt

Con hilo

Cierro esta edición con el Egipto fascinante, vibrante y brillante de Lola Casademunt. En su desfile siempre hay tortas y expectativas gigantes, eso es tan bueno como peligroso. Pero ella se maneja como una faraona sin tiempo ni edad, con todo el poderío de sus cristales, piedras, prints, oros y hasta el inusual pasley en tejidos de lúrex, organzas y gasas eternas. Hoy todos queremos vivir una noche al menos en su Egipto soñado y que una diosa dorada con el porte de Nieves Álvarez nos reciba en su oasis.

Hasta aquí esta nueva semana de fatigas, análisis, compañeros de siempre, besos y brindis. Ojalá nuestra Fashion Week madrileña siga siendo un lugar de encuentro y moda aunque aquellos tiempos pasados a menudo fuesen mejores.

¡Nos vemos en la MBFWMadrid otoño/invierno 2024/2025!