La revista Shangay celebraba anoche con La Cubana en el Teatro Nuevo Alcalá, con una función especial de Campanadas de Boda, sus veinte años de vida. Cantantes, artistas de todo pelo y pelaje, horteras al cubo, personajes de la noche y la socialité y un público más que entregado se reunieron en el patio de butacas para dejarse sorprender. No todo era fino, pero no era la pretensión.
1 El dos piezas negro, con pieles en la mano, de Paloma San Basilio fue un respiro de glamour en el photocall. Diva. CALIENTE
2 La Terremoto de Alcorcón es capaz de hacer reír y bailar a un cementerio de momias. Arte. CALIENTE
3 Las faldas tubo de Geraldine Larrosa, Innocence, evocan a las divas de antaño. CALIENTE
4 Los camaleónicos cambios de look de Soraya Arnelas siempre funcionan en los eventos. CALIENTE
5 Edith Salazar hizo de madrina de boda desde el patio de butacas. Alegría pura. CALIENTE
6 La natural sobriedad de Fran Perea se echa de menos en los fiestones del colorín colorado. CALIENTE
7 Encarnita Polo se apunta a un bombardero últimamente y eso tiene su punto pero sus botas de cowboy ni con mantequilla, oigan. FRÍO
8 Algún concursante de reality low cost entre la fauna del lugar. Pereza. FRÍO
9 ¿Lucía Etxebarría no se había ido de España? Donde dije digo… FRÍO
10 No era un cóctel de Alta Costura, vale, pero de ahí al pelaje que se gastan algunos petardos y horteras de postín hay un trecho. FRÍO