Puntadas con hilo y sin hilo: tercera jornada de la Mercedes Benz Fashion Week Madrid

divinity.es 18/09/2017 12:48

MARCOS LUENGO

⬆️ CON HILO

La sofisticada mujer Luengo es glamurosa y posible.

Salida triple para arrancar un desfile de beige, tostados y blancos, con pantalones de pinzas, amplios y altos, muy femeninos. Casacas, abrigos y guardapolvos ligeros y cálidos. Espléndidas casacas tricolor con mangas de simulado pelo. Ese mismo material, sinuoso y chispeante a la vez, llena vestidos y abrigos. Sedas como lienzos donde crecen flores inmensas en vestidos, en pantalones con abrigos ligeros y volátiles. Jumpsuits buggy en buganvilla. Vestidos cortos limpios con guardapolvos tostados. Negros con cacao. Rosas buganvilla rotundos y absolutos. Y oro, mucho oro. Vestidos túnica en oro con bocamangas de marabú y en esmeralda... Y una novia sin artificios y diosa cierra un desfile impecable. La exquisita combinación de blanco y beige y oro es un punto fuerte de una colección depurada que se enriquece con el ante de sus collares tribales y sus bolsos y nos hace soñar con una mujer glamurosa y posible.

MARÍA ESCOTÉ

⬆️ CON HILO

Hay una Lady Di en Escoté que bebe de fuentes de oro y del grunge londinense.

Faldas de cota de malla en oro con sudaderas pink. Trenchs-pantalón en rojo coral. Flores y geometrías en pantalones con blazers. Naranjas lavados en vestidos con blazer. Bolsos lazo, vestidos cortos y perlas en collarines y pendientes. María recuerda a Lady Di fusionando su esencia con el grunge más urbano londinense. Faldas de margaritas XXL con blusas y boleras. Verde fluorescente en trajes vinílicos. Blusas de mangas abullonadas y lunares. Trenchs verdes oversize. Vestidos damero en rombos multicolor. Diana y su época dorada flotan en la memoria de Escoté, que teje vestidos de lazada con brillos y destellos, pantones gold puro y silver nuit... Y teje también cuellos cisne en gasas maravillosamente floreadas. María flipa a menudo y sigue sorprendiéndome y mucho.

MAYA HANSEN

⬇️ SIN HILO

El tobogán flotador de Hansen está pinchado.

Tres tipas en bañador y botas tiran con cara de 'huelemal', quizá intentaban ser chulescas, un puñado de mensajes inconexos en cartulinas de colores. De fondo un tobogán gigante que nadie supo para qué era. Y un saxofonista en playback. Chupa del frasco... Así abre Maya un desfile como de low cost, con medias de rayas Pipi calzaslargas, vestidos de lycra con barquitos, chalequis vaqueros y alguna prenda más de chiquita de polígono. Pero ya daba igual lo que mostrase cuando ni el tobogán era para tirarse, ni el saxofonista tocaba música, ni la ropa representaba a la marca. En fin, que nada era lo que era y ahí alguien se había dado un golpe. ¿Pero esta señora no era la reina corsetera? Pues ahora sus mozas van en denim y sin sostén. Me lo expliquen!

JUAN VIDAL

⬆️ CON HILO

El no Hawai de Vidal podría ser una maravillosa colección de invierno, a pesar de sus bailarinas Hula.

Vidal nos prometía un Hawai que tan sólo quedó en su filosofía impresa y en la música. Error de bulto la falta de luz absoluta para un desfile. Luces azules de neón y un tapiz oscuro y misterioso sirven de paisaje cero paradisíaco a una colección que es más invernal que estival. Negros, verdes botella, morados, rojos con negros, abrigos y rayas en vestidos silueta. Espumas de mar hechas de rafia, maravillosamente trabajada, evocando ese natural sonido de las faldas de las bailarinas Hula. Vidal traslada esa rafia a volantes XL que nacen en faldas, cinturas y hasta hombreras y bocamangas. Vestidos florales y jumpsuits blancos como la luz nítida de ese Hawai que sueña Juan, en contrapunto a sus sólidos monoblock en verde oscuro o rojos, tintas y nazarenos. No encontré la serenidad del Pacífico ni a sus chicas Hula de dulces y rítmicos pasos pero Vidal ya no puede dejar de ser esa aguja maestra que todo lo hechiza.

JUANA MARTÍN

⬆️ CON HILO

No habrá Ruta 66 con más aje que la de Juana Martín.

Si hay algo que me gusta de verdad de Juana, mucho más allá de la tendencia, es la capacidad de cambiar de ruta, de lugar, de mundo y de identidad cada temporada. Mi memoria recuerda su Bernarda Alba neoyorquina, sus pueblos blancos de cal y luz, sus rizos del sur en mil tradiciones, sus rocks andaluces y ahora, porque sí, ella toma una Ruta 66 que tanto hemos vivido ya y vuelve racial y efervescente. Y la llena de mezclas que van desde el denim con tachuelas de unas Vegas yankis a unos jumpsuits y vestidos de flecos de cristal y estrellas que pueden brillar hasta el infinito. Y caldero y fuegos y mil sueños... Y el negro de toda noche, en jumpsuits transparentes cuajados de azabache... Juana podría vivir en cualquier lugar, surcar cualquier carretera y jamás se desprendería de su piel la raíz de una Andalucía universal. Brava!

TERESA HELBIG

⬆️ CON HILO

Con Helbig, todo va!

Rien ne va plus, dice Teresa con la boca pequeña de la ironía porque con ella todo va y todo funciona. Van sus cortos beige vibrantes con estrellas de lentejuelas como en pantoneras textiles. Van sus hombreras ochenteras y sus lentejuelas oro. Va su muselina vainilla en esos largos que sueñan. Van sus faldas tul con bikers. Van sus volantes y su glitter tul casi exquisito. Van sus blazer de piton sobre vestidos que bailan. Y van sus cortos oro como en cota de malla. Porque saben ustedes yo, un día casi en sueños, entré en el taller de Teresa y vi a sus bordadoras, en silencio, cuajar con amor noches de estrellas. Y vi a Teresa haciendo cosas grandes, desde un atelier pequeñito pero donde se cosían mundos inmensos. Allí estaba Teresa liada, desde las cosas sencillas. Y supe lo que escondía el oro glamuroso de una puesta en escena de ninfas, sin tiempo, sin edad pero con memoria. Esas ninfas humanas que apuestan a una y a veces ganan, como en las cartas o la ruleta, pero que siempre juegan. Con Teresa va mucho y todo! Y por eso me flipa.

CUSTO BCN

⬇️ SIN HILO

Custo era aquel, sin más.

Hay un escaparte internacional en el que los bustos parecen clones, con su glitter rígido, sus lurex de siempre y sus vinilos transparentes con brilli. Todo brilla pero nada es nuevo. Todo parece pero nada es. Todo reluce pero nada es oro. Podría ser Madrid, Nueva York, Barcelona... Podría, podría y podría. Pero no sirve ya el hice fama y me eché a dormir porque en la vida lo que cuenta es el 'es' y no el 'podría ser'. El yo soy aquel ya no nos vale!