MOISÉS NIETO
La aventura de Nieto huele a paso andaluz y juega a modernizar las raíces de Bernarda Alba.
Vestidos trapecios y dos piezas abren una colección a ritmo de paso de Semana Santa sevillana. Faldas rotundas de pelo con camisas masculinas, femenino al poder. Patas de gallo XL en vestidos azulones, mostazas, grises. Así es su paleta. Luces y sombras, claros y oscuros. Ocres que se incendian hasta el oro. Rojos que mutan en vino, casi en sangre. Raíces. El negro rotundo es el contrapunto, la nostalgia de esta inspiración lorquiana. Algunos estampados metálicos, casi glitter, y el tweed plastificado, no siempre resueltos, no merman una colección con muchas historias.
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LEANDRO CANO
Los caminos de Leandro son vegetales, cálidos y ricos y están plagados de mujeres que respiran feminidad al extremo.
El arranque del desfile causa ya ovación. Un abrigo blanco bordado en flores explota en feminidad y luz. Impactos. Sastres anchos con jerseys de lana cálida. Dos piezas de estampado vegatal, campos andaluces. Dos piezas impolutos en azul noche. Vestidos con capelina estampados con vede y cristal. Exquisitos. Vestidos tubo en napa beige. Pitillos de punto con abrigos mostazas. Cazadoras ultra cortas en napa, algodón, lanas. Cueros, lanas tejidas, franelas, paños sólidos. Materiales naturales llenos de vida. Mostazas, vinos y calderos conviven perfectamente con el azul noches. Perfume que se paladea en el ambiente. Tacones. Tacones. Tacones que caminan. Vida.
Colección coherente y redonda.
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DAVID DELFIN
Delfín retorna a los infiernos y vuelve a ser él. Sello de identidad.
Ellos y ella, Bimba. Pantalones que se hacen faldas tableadas. Faldas largas con bombers. Negro absoluto. Bermudas con cuerpos tableados y cinturones kimono. Abrigos sólidos con cinturón. Camisas blancas rompiendo la negra opacidad. Chaquetas y camisas binomio, blanco y negro. Túnicas rígidas en blanco. La identidad desdibujada. Del luto al aluvio. Del negro sólido al blanco luz. David vuelve a ser. front row de lujo, la truope es la troupe.
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ROBERTO TORRETTA
El elegante lujo deTorretta viaja con serenidad desde los 60 al presente.
Cortos ligeros en napa ultra fina. Negro, cacao, rojo chinesse y gris azulado. Pieles históricas que envuelven ciudades del mundo. Abrigos impolutos, cazadoras vivas, escotes cuchara. Pantalones de cinturas altísimas, trompetas. Vestidos cortos con pliegues. Arquitecturas perfectas. La noche es luminosamente negra. Abrigos bufanda. Smokings más que femeninos. Los vestidos columna en naranja quemado dejan espaldas y sueñosa al aire.
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JUANA MARTÍN
La masculina feminidad de Juana llena la ciudad de pájaros y líneas puras
Lunares en gris coquetean con pájaros negros en vestidos ligeros y pantalones anchos con cuerpos depurados. Lanas, sedas y crepés en los que bailan metales bordados. Tobilleros bajo faldas y capelinas con colas, superposiciones bien resueltas. Pequeños volantes en estudiados paños gris antracita. Aves del paraíso en estampados que preceden al negro rotundo. Vestidos cortos, de mangas largas y cuellos camiseros de metal. Chic. Sandalias altísimas con cadenas que tintinean. Pisadas en el tiempo. Vestidos túnica gris eterno. Vestidos blancos impolutos en los que anidan los pájaros. Libertad.
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FRANCIS MONTESINOS
Montesinos se vuelve loco de color y sonido en su particular carnaval de sentidos y sinsentidos
Toreras de punto. Vestidos retal. Blazers en rojo. Cadenas. Carne. Plásticos sin mucho sentidox. Inicio no convincente. De repente un jumpsuit rojo ultra femenino, vestidos túnica inyectados en rosas y naranjas, monos anchos de cinturas marcadas y glitter negro. Flecos negros en vestidos impacto. Cortos troquelados.
Una diva irrumpe en pasarela. Música en directo. Y el rojo tapiz se llena de vestidos mono de muselina roja, faldas negras cuajadas de rosetones, largos negros arquitectura...
Desfile inconexo, sin hilo conductor pero con toda la fallera teatralidad de Francis y aires de gladiadores sin sexo. Montesinos y su locura entretienen. Por eso hoy también mi incoherencia, con hilo.
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JUAN VIDAL
Las bambalinas de Vidal son románticas, rosas polvo y sutiles como el tiempo de un ballet exquisito
Vestidos oro con abrigos de mohair camel abren un desfile sereno y suave, como el perfume de un bote de talco y rosas. Trenchs rosas transparentes. Abrigos bata en rosas empolvados sobre vestidos ligerísimos de satén. Del rosa palo al coral. Trenchs y abrigos con reminiscencias de Balenciaga, Pertegaz, Fortuny...
Flores que estallan sobre el rosa sutil en vestidos, abrigos bata orientales. Negros rotundos cerrando una colección llena de sentido y sensualidad. Se cierra el telón. Queda el recuerdo del mágico batir de un ligero tutú en un teatro anclado en la historia. Bravo.
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ION FIZ
La montaña de Fiz es pura, como la memoria infantil de su Éibar natal y exquisita como un sueño en un bosque mágico
Raquel Sánchez Silva abre un desfile cálido como los recuerdos de infancia. Copos de nieve en lanas ultra cálidas, bajos y puños de pelo sutil. Vestidos geométricos, sastres de talle alto con blusas. Masculino femenino. Abrigos fluidos, capelinas desflecadas, sueños de un bosque generoso. Gris, crudo, nude, verdes y antracitas, lanas, cashmere, linces, satén... duermen en ese bosque en calma. Trencas, abrigos en piel, faldas de tablas, angora para ellos. Largos blancos con pompones que simulan copos. Pantalones blancos con capelinas de piel sobre blusas ligerísimas, mujeres exquisitas. La memoria de Fiz recrea una colección exquisita, ensoñadora y elegantemente natural. Chapeau.
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