Ruth Jiménez: "Risto no siempre es tan canalla, es un romántico"

JUAN RODRÍGUEZ UÑA | JAVIER COLSA (IMAGEN) 10/08/2011 09:43

Este verano sustituye a Marta Fernández al frente de 'Las mañanas de Cuatro'

Parece tímida en la distancia larga, pero tiene su carácter en la corta. No podría ser de otra forma viviendo bajo el mismo techo que Risto Mejide

[PUEDES VER LO MEJOR DE LA ENTREVISTA AL FINAL DEL TEXTO]

Ruth Jiménez...

Nacho… Nacho… ¿Qué?

¿Nacho qué? Esto que mal empieza… (Risas)

Lo que mal empieza… bien acaba.

Es cierto. ¿Qué haces viviendo aquí?

¿Dónde?

En este hotel, Mirasierra Suittes, desde el que se ve todo Madrid…

Básicamente porque soy de Barcelona, he venido a trabajar cinco semanas a Madrid. Busqué en el mapa hoteles a cinco minutos de Telecinco y de Cuatro y cogí éste.

Y estás contenta por lo que veo…

Mucho, me tratan muy bien.

Tú sabes que yo he entrevistado en estas 'Divin@s' a 'Divin@s' Marta Fernández

O el maletín. Es un traspaso de carteras.

Casi como los ministros. ¿Hay miedo, ilusiones? ¿Qué sientes ahora mismo?

Hay mucha ilusión. Marta es una grandísima profesional, gana en las distancias cortas, esta semana que hemos estado codo con codo ha servido para aconsejarme y darme las claves… De momento empiezo segura porque Marta ha estado ahí.

Marta es divina y la tipa más interesante con dos copas de vino o un gin tonic…

¿Ah, sí? Yo esa faceta alcohólica de Marta no la conozco. (Risas). Pero ha sido una semana fantástica y espero tener la oportunidad de seguir en contacto con ella. Ahora se va de vacaciones y estamos nosotros hasta septiembre, pero retomaremos el contacto porque me parece una persona interesante.

¿Si se dispara al pianista se acaba el show?

Si disparan al pianista ¿quién toca?… Si no hay música... Por cierto en este hotel hay un maravilloso piano.

Tú no te vas de aquí sin tocarme algo, lo que tú quieras (risas). Voy a abrir caminos, tú decides si los sigues o los abandonas… ¿Cómo se lleva ser la compañera de vida de un malo oficial? De un canalla…

Es que él no es malo. Vosotros conocéis esa faceta...

¿De quién estamos hablando?

De Risto Mejide. Me encanta cómo lo defines porque siempre le dicen "el jurado más polémico".

Yo siempre lo he definido como un canalla con patas…

Pero porque no lo conoces.

Para mí es un piropo casi…

Seguramente tú tienes una parte de canalla, una de romántico, una de borde, una de empático, otra de simpático... Y él también. No es todo el rato así, sería muy cansino.

En casa cuando os levantáis a desayunar... ¿Él ladra?

Tengo más mala leche yo que él, ¡eh! Las personas que parecemos dóciles luego tenemos que descargar de alguna manera. En casa él es el romántico.

¿Es romántico Risto Mejide?

Muy, muy romántico. Me matará si te explico esto...

Tú explícamelo y que te mate luego a ti que yo ya estaré en mi casa…

Es de los que se arrodilla para decirte que te cases con él. Yo recuerdo un año, cuando acabábamos de conocernos, estábamos en Menorca y a las tres de la mañana, después de una cena larga nos paramos en medio de un camino de estos rurales, la noche estaba estrelladísima, escuchábamos a Frank Sinatra a todo volumen en un descapotable alquilado y destartalado y de repente para, me hace salir, me abraza y me dice "vamos a bailar"… Y estuvimos allí bailando mucho rato.

Sí, te matará, porque estoy lo voy a utilizar hasta la saciedad (risas)…

No, porque esto es muy bonito. Por qué no voy a gritar a los cuatro vientos que estoy con una persona maravillosa y que soy feliz… Es una intimidad pero muy bonita y esto dice mucho de las personas. Y Risto tiene esa parte aunque le haya ido muy bien mostrando otra parte en la tele.

Nadie podría creer que uno es igual 24 horas al día…

Hay gente que sí que lo cree. Risto va por la calle y una vez un señor le pasó el teléfono y le dijo "insulte a mi señora". Y Risto le dijo a la señora, "divórciese ya". No le interesa esto. Él no va toda la vida sacando los dientes.

Ésta es la visión de la mujer enamorada, la que comparte vida e hijo con Risto pero... ¿y cómo espectadora? ¿Cuando lo ves en la tele piensas que es un pitbull al que no le ha dado de comer en diez días o es tan adorable que aunque ladre te chifla?

Como espectadora me parece que tiene unas cuotas de audiencia impresionantes y eso es lo que cuenta.

Pero eso es como las flores. Es efímero

Sí, pero él no se dedica a la televisión. Si yo viviese con alguien que se dedica a lo mismo que yo sería terrible. Él es un publicista y esto lo hace como 'hobby'. No vive de esto. Cuando veo que se pasa con alguien con comentarios tan duros como hemos oído en Operación Triunfo, aunque pensásemos lo mismo pero no con las mismas formas, he pensado lo que piensa su madre: "¡Ostras, cómo salgo a la calle mañana!" Pero en el fondo a Risto ahora le vais a descubrir más dócil.

¡Uy! A mí dócil no me va a gustar nada

No más dócil. Va a seguir siendo cañero pero más didáctico a la vez. Os va a sorprender.

Tenéis un baby de…

Diecinueve meses.

Eso es otra faceta que la gente desconoce. ¿Cómo es este episodio de vida?

Ni él ni yo teníamos previsto tener hijos, vino así y lo hemos encajado bien. Los cinco primeros segundos fue... ¡uf! y después maravilloso. Es un topicazo, pero es maravilloso. Te saca lo mejor de ti y lo peor. Por qué no hablar también de esas mamás que se sienten solas cuando su pareja tiene que trabajar. ¡Porque alguien tiene que pagar las facturas! Tiene una parte dura.

Tú ahora trabajas en Madrid y él... ¿Está en Barcelona con el niño?

No, él va y viene conmigo.

Podías haberle traído y que se sentase aquí. Tengo tantas ganas de pillarle.

Si hubieras venido ayer lo habrías pillado.

Ya lo pillaré no te preocupes. (Risas). Tú a Risto dónde le miras, porque no hay ojos sino pantallas…

En casa va sin gafas hombre.

Me estás destruyendo el mito. (Risas)

Hay parte que me la deja para mí. Se tapa fuera para destaparse en casa. Además no ve tres pijos, lleva unos vidrios potentes.

Bueno yo no veo tres pijos y no me blindo los ojos…

Porque llevas lentillas ¡Uy! él es muy aprensivo y le molestan mucho. Lleva gafas hace años. Es como tú que llevas un pañuelo en la americana.

¡Uy! Yo llevo de todo. ¿Cómo conviven dos comunicadores casi politólogos en casa?

Como una pareja normal, somos absolutamente normales. Somos muy caseros. Nos hemos construido nuestro castillo y no nos apetece salir. Nos gusta mucho viajar, pero en Barcelona vivimos en nuestra burbujita.

Pero bajáis a por la prensa, el pan y estas cosas…

Sí, la vida de barrio nos va y a él le gusta mucho eso de salir, comprar el periódico, el zumito, el croissant o ir a comprar unos pollos con unas patatas… e invitar a gente a casa. Eso nos gusta mucho. Nos encanta hacer esas sobremesas de domingo de tres horas y empalmar con la cena. Eso es al final lo que te llevas al otro barrio.

¿Quieres decir cuando la cascas?

Claro. Te llevas esos momentos de amigos, familia. Eso es lo que vale.

Estás feliz y enamorada…

Mucho, me siento una persona muy afortunada.

¿Es tu hombre eterno con el que acabarás tu vida?

A mí me encantaría envejecer con él.

Pues Risto de viejo debe ser para agarrarte los machos (Risas)

(Carcajadas) Por cascarrabias dices... Cuando nos conocimos a los cinco minutos ya sabíamos lo que había.

¿Cómo lo conociste?

¡Uy!, es que te estoy explicando demasiadas cosas yo creo...

Bueno, hija ¡y qué más da!

Mira, las cosas bonitas se tienen que contar. Es un poco como la historia del Príncipe y Letizia. Nos conocimos hace muchos años en una fiesta, pero ninguno de los dos nos acordábamos. Quince años después un amigo suyo nos sacó la foto, el documento gráfico de haber estado juntos en aquella fiesta. Risto con un look súper siniestro con el pelo largo, delgadito, con su boina...

Era un bohemio…

Sí, sí y le encantaba la música, componía, tenía un grupo… Pero ni él ni yo nos acordábamos.

¿Y qué pasa 15 años después?

Unos años después yo empiezo en la tele, estaba haciendo la versión catalana de España en Directo, él me vio y dice que se enamoró. Y a partir de ahí, consiguió mi teléfono.

¿Y te llama directamente?

Sí. Consigue mi teléfono y me llama. Lo dejo ahí…

Me tiene completamente fascinado. Yo intuía en Risto muchas de estas cosas pero no imaginaba a este Robin Hood de rodilla en suelo…

Sí. Ya veo que la entrevista es Risto Mejide, pero no me importa Nacho.

No. Tú eres la que has abierto este camino…

Es que es mucho más interesante.

Te voy a corregir. La entrevista no es Risto Mejide, es lo que tú sientes con Risto Mejide. Es que esa es tu vida también… Es la persona con la que vives y el padre de tu hijo.

Es verdad. Risto es una persona inteligente, de la que estoy profundamente enamorada y a la que respeto. Es como vivir continuamente en una montaña rusa, somos muy hogareños pero nuestra vida nunca es lineal.

¿Y trabajar juntos?

Eso lo hemos pensado, tenemos hasta el título del programa, pero eso no te lo voy a decir.

Mujer satisfecha, más allá del tópico de mujer realizada...

Sí, he tenido mucha suerte y he estado en el momento adecuado y sé que lo de la tele es efímero y pienso que como tengo formación musical puedo juntar la psicología con la música y hacer musicoterapia. Me encantaría que ese fuese mi futuro. En la tele no puedes muñir la vaca hasta…

¿No se puede qué…?

Muñir. ¿No se dice? (Risas). Me ha salido una catalanada.

Que no podemos ordeñar la vaca eternamente…

Eso. Ordeñaremos hasta que sea y luego me encantaría investigar sobre la música y acabar trabajando con niños. Mi suegra es una psicóloga maravillosa y hablamos mucho de este tema.

¿Qué hay después de este relevo que haces ahora? Porque no es más que un cambio circunstancial de posiciones que pasa mucho en nuestra profesión…

¡Y ahora que acababa de ser madre y estaba encantada con mi retoño! Es un proyecto que me encaja a la perfección, lo he dejado todo porque me merecía mucho la pena. Y luego a estudiar y, si algo televisivo me encaja, pues adelante.

Mi madre era pianista, ¿tú también no?

Bueno, tengo la carrera de piano y toco.

Eso es ser pianista…

Lo que pasa que acabé la carrera hace muchos años, pero esto es como las bicicletas ¿no? Una vez que sabes…

Vamos a abrir un último camino. Piensa en toda esta charla y a ver qué me tocarías en un piano, eso es lo que me dejaré tocar. Para lo demás toca a Risto, que para eso es tuyo…

¿Te lo digo lo que te voy a tocar?

No, sorpréndeme… Y se sienta al piano negro de cola, impoluto. Y toca. Y todo parecer flotar en el aire de este hall inmenso del Mirasierra Suites… Suena a Michael Nyman…

Nyman, ¡bravo!. El Pianio. Qué grande.

Espero que un día tu hijo sienta lo que yo sentía con mi madre y siento ahora cuando alguien acaricia estas teclas bajo esta piel de ébano…

Es una maravilla. Deseo ya que mi hijo se tenga en pie y lo ponga en un piano.

No sé si en Cuatro y en Telecinco tienen la dimensión de lo que va a haber por las mañanas… Alguien que arranca estas sensibilidades y que luego en la tele comunica de otra manera…

Ahora toca volver a coger las riendas pero yo al final intentaré que la gente me vea como alguien más humano, la gente te perdona más cuando eres así, cuando te equivocas y cuando no intentas buscar la perfección.

Es que equivocarse es divino… Lo más divino está en lo más natural, en saber equivocarse. Me ha encantado conocerte. No sabes el placer que es cerrar hoy esta charla sobre este piano. Que te vaya fenomenal y que lo disfrutemos los que te vemos. Nos queda pendiente una copa en Barcelona y que convenzas a Risto para que se siente en una cara a cara con una trompeta o con lo que le apetezca… Un placer.

Gracias Nacho.

Se levanta. Franquea la negra cola de ese piano que navega entre nosotros. Me besa. En el aire siguen bailando libres y discretas, las notas de Nyman.