Dante de Blasio o cómo el pelo afro de tu hijo puede hacerte alcalde de Nueva York

divinity.es 06/11/2013 16:24

Aún tiene acné, no ha dejado de jugar al basket en su barrio de Park Slope y su melena afro, de la que el mismo Obama se ha declarado fan, es ya objeto de merchandising. Dante de Blasio ha sido decisivo, según todos los expertos, para que su padre Bill ganase las elecciones a la alcaldía de Nueva York, de vuelta a los demócratas veinticuatro años después. Te contamos más cosas sobre este chaval de 16 años de nombre literario, que ama la Coca-cola, tiene prohibidos los tatuajes y cuya madre se declaró lesbiana en los setenta.

La carismática melena de Dante creó furor desde el minuto uno. El detonante fue el anuncio oficial de su padre a la alcaldía el pasado enero, subido junto a su esposa y su hijo en una tarima de maderita en su barrio multicultural de Brooklyng. Las redes comenzaron a arder inmediatamente. ¿Por sus propuestas pro viviendas sociales y subida de impuestos a los más ricos? No. Aquel pelo desenfadado se convirtió en la estrella que todos los gabinetes ansían.

El mismo Obama no dejó escapar el tirón afro que él mismo inauguró. Apareció con ellos dos, Bill y Dante como un tándem, en una convención demócrata en septiembre y no dejó escapar la oportunidad de agrandar la anécdota: "Dante tiene el mismo pelo que yo llevaba en 1978, aunque tengo que confesar que el mío nunca fue tan logrado", lanzó el Presidente... y la bola curva acabó en todas las portadas.

Otro campanazo del chaval fue el spot que grabó pidiendo el voto de su padre y que cruzó el país. Primer plano de Dante desde su barrio (cuando aún tenía 15), relato de las medidas que pretende hacer su progenitor y última imagen de ambos sonriendo de camino al instituto, que todo el mundo sabía ya a esas alturas que era público y para listos. Un dardo para el mensaje integrador y de cambio del entonces aspirante demócrata.

Los De Blasio no son una familia convencional (¿cuál lo es?). El mix interracial salta a la vista, pero hay más detalles peculiares… y jugosos. Su madre, Chirlane McCray, es una escritora que en los setenta se identificó como "orgullosa lesbiana afroamericana" y acabó enamorándose para su propia sorpresa de Bill, un hombre blanco italoamericano seis años menor que ella.

Él, que eligió el apellido materno para su carrera como una reivindicación, fue al instituto de Boston en el que luego estudiarían los terroristas chechenos que pusieron una bomba en pleno maratón, bebe leche orgánica, recicla obsesivamente y, antes de convertirse en abogado, viajó a Nicaragua en una misión humanitaria a lo Che (un tema que le ha traido críticas republicanas). También le encanta llamar a todo el mundo 'brother'. El abuelo paterno, un excombatiente alcohólico, acabó suicidándose tras serle detectado un cáncer de pulmón.

Dante tiene además una hermana tres años mayor que él. Su nombre es Chiara, suele llevar diademas (de flores, pajaritas o estampados étnicos), acaba de terminar el instituto, ha trabajado activamente en la campaña de su padre este verano antes de empezar ambientales y tiene la hora de entrada en casa a la una de la mañana, según aseguró su madre, porque eso le permite no meterse en líos. También ha trascendido que se rapó el pelo, tiene dos piercings y le encanta el metal.

Para los hermanos las normas son claras. Tienen total libertal para "expresar su yo interior", según han dicho en varias entrevistas, aunque nada de tatuajes, pocos piercings y ojo con las redes sociales, que les han pasado un par de malas pasadas (sobre todo a ella) y ahora tienen hiper restringidos.

De momento, Dante se expresa íntima y exteriormente de un modo muy satisfactorio para todos, incluido el primer presidente negro de la historia, aunque el furor ya le crea cierto estrés: "La verdad es que en verano da mucho calor y mucha gente me para por la calle para tocarme el pelo", ha dicho el nuevo icono de la Gran Manzana.