Aventurero y motero: todo sobre el cámara con el que se casará Trinidad Jiménez

divinity.es 16/04/2013 15:51

A lo largo de los cinco años de romance con Trinidad Jiménez, Miguel Ángel de la Fuente ha evolucionado desde los rizos 'amelenados' a un corte de pelo más ordenado, quizás por aquello del protocolo. También tiene más canas que en aquel viaje oficial en 2008 donde se conocieron, al que él acudía como reportero gráfico y ella como secretaria de Estado para Iberoamérica. Seguimos los fotogramas de este reportero gráfico de carácter, motero, que ha cubierto varias guerras alrededor del mundo y tiene una hija de un matrimonio anterior.

A finales de 2008, Trinidad Jiménez era la secretaria de Estado para Iberoamérica, uno de los miembros del Gobierno mejor valorados y la acompañante de confianza de María Teresa Fernández de la Vega, vicepresidenta por aquel entonces, en un periplo oficial por México, El Salvador o Haití. Un viaje que le cambiaría la vida, ya que entre la comitiva de prensa que cubría la gira estaba De la Fuente, un aguerrido cámara de Televisión Española acostumbrado a lidiar con escenarios de conflicto.

En sus más de dos décadas de experiencia en la casa pública (24 según su LinkedIn), De la Fuente había filmado las guerras de Irak, Afganistán y la antigua Yugoslavia, además de varias expediciones de riesgo a territorios en pleno temblor sísmico, como Haití, y a los polos (foto inferior, de un blog de Rtve).

"Nos casamos ahora ya que cada día estamos más enamorados y más a gusto juntos. Este es el momento (…) Será una boda íntima y discreta", declaró la actual diputada del PSOE y exministra de Sanidad a El País tras hacer pública la noticia de su boda el próximo julio, que oficiará su íntimo amigo Jaime Lissavetzky.

Será el segundo matrimonio de él (con su primera esposa tiene una hija). Trinidad Jiménez también estuvo casada anteriormente. Fue con el diplomático Juan Herraiz, con quien estudió derecho y relaciones internacionales (él aprobó y ella suspendió la oposición final) y a quien dijo 'adiós' en 1995 tras acompañarle por las embajadas de Guinea, Israel y Camerún.

Dos aventureros a los que se puede ver pasear a menudo por el madrileño barrio de Los Austrias. También tomando cañas por la Latina o, en muchas menos ocasiones, de compras por las zonas más comerciales. Las motos son otra de sus pasiones, sobre todo por el anonimato e independencia que dan en una ciudad llena de periodistas.

Al parecer, y según ha trascendido a algunos medios, el novio de Trinidad Jiménez se puso romántico la Nochevieja pasada y le pidió matrimonio pocos minutos antes de recibir el año, cual final en alto de una película de Hollywood.

Un momento de 'chico duro por fuera y blando por dentro' que contrasta con un polémico episodio de su biografía, la demanda por acoso sexual que una traductora interpuso contra él en 2008, mientras cubrían el conflicto bélico de la ex república soviética de Georgia semanas antes de conocer a Jiménez y por la cual su empresa le suspendió cuatro días de empleo y sueldo, según El Confidencial.