La queridísima actriz Sigourney Weaver ha recibido este sábado el Premio Goya Internacional 2024 en la ceremonia de premios del cine español por "su impresionante trayectoria" y sus "personajes femeninos independientes, complejos y fuertes". Recordada por sus papeles en cintas tan emblemáticas como Alien, Gorilas en la niebla o Armas de mujer junto a Melanie Griffith, ha sabido preservar con celo su vida privada. La intérprete está casada desde hace más de 40 años y es madre una joven, Charlotte.
Nacida el 8 de octubre de 1949, tiene por tanto 74 años, la actriz continúa casada con el que fue su primer novio “oficial”: el escritor y director teatral Jim Simpson. Los orígenes de la pareja se remontan a los años 80 cuando Weaver y Simpson coincidieron en una fiesta en la que se dieron cita personalidades del mundo del teatro.
A pesar de que entonces compartieron un baile, Sigourney y su marido estuvieron sin verse durante algún tiempo. Ambos volvieron a reencontrarse con motivo del estreno de la película ‘Cazafantasmas’, en la que la estrella tiene un papel protagonista. Tras aquella noche decidieron casarse a los tres meses y desde entonces no han vuelto a separarse.
En 1990 el matrimonio tuvo a su única hija, Charlotte Simpson. Muy unida a sus padres, la hemos visto junto a su madre en distintos eventos como los estrenos de sus películas o desfiles de moda. Charlotte es escritora y se ha definido en alguna ocasión como “no binaria”.
Sigourney ha hablado en varias ocasiones de su vida como madre. En una entrevista concedida a ‘The Guardian’ en 2010 explicó que la maternidad “es la parte más importante de mi vida”. “Mi familia viene primero y me siento muy agradecida a ellos por dejarme hacer películas… pero me resulta muy duro dejarlos en casa y marcharme. Lo odio y tengo que acudir a terapia para lidiar con el sentimiento de culpa”, continuó en la entrevista concedida con motivo del estreno de ‘Avatar’.
Aunque la discreción es la máxima de Sigourney, su marido y su hija no tienne inconveniente en utilizar su altavoz mediática para apoyar diversas causas sociales: desde la lucha por el feminismo al papel de la actriz como presidenta honoraria de la Fundación Dian Fossey, el personaje real al que interpretó en 'Gorilas en la niebla'.
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