"Soy famosa y me visto como mi abuela"

Carlos Otero 16/08/2013 14:24

Hace unas semanas analizábamos en ésta, su sección, el fenómeno de las famosas talluditas y post-menopáusicas que se empeñaban en seguir vistiéndose como quinceañeras. Hoy le damos la vuelta a la tortilla y nos vamos al extremo opuesto: famosas jóvenes empeñadas en vestirse como si fueran sus abuelas.

Porque no nos engañemos, una cosa es ir elegante a un evento: líneas sobrias, formas recatadas, diseños discretos y otra muy distinta es parecer que te van a hacer un homenaje en “El Hogar del Jubilado” o en “¡Qué tiempo tan feliz!”. Si no, miren a Selena Gomez en el estreno madrileño de ‘Spring Breakers’… ¡¡Pero si parece mi madre de bautizo!!

Otra que parece salida del geriátrico cuando su lugar natural debería ser la sección ‘Diviniteen’ de mi compañero Ton Vilanova es Taylor Swift. Vale que ir vestida como una tronista es una ordinariez pero de ahí a parecer que eres la compañera de dominó de Sophia Petrillo hay un trecho. Retro-chic le llaman las blogueras de moda, ‘abuelismo innecesario’ le digo yo.

En España también tenemos famosas que a pesar de su juventud parecen jubiladas que van al bingo. No se pierdan a Amaia Montero con este traje como de ir a cenar con el Obispo, el momento perla de Alba Carrillo o a Carolina Cerezuela con unos años de más por culpa de ir recatada y sobria como la que va a un cóctel organizado por la Asociación de Mujeres Defensoras de la Castidad.

Mención a parte la tienen las famosas que parece que van al tapicero en lugar de a la modista. ¿Alguien puede encontrarle una explicación razonable a este vestido de Julia Roberts con la tela del tresillo de la casa de las asesinas de Puerto Hurraco? Por otra parte, la rebequita de Katherine Heigl también tiene delito...

Finalizamos este recorrido por estas viejóvenes en el maravilloso mundo de la moda baño. Porque hasta para ir a la playa algunas parecen salidas de las vacaciones de veranos de Alfonso XII. Ojito a los bañadores decimonónicos de Anne Hathaway, el momento volante de Jennifer Love-Hewitt o el one-piece del meradillo de Alcobendas de Penélope Cruz.