Políticamente incorrectos: los líos de faldas de los mandatarios

Carlos Otero 21/01/2014 20:50

Infidelidad y poder parecen ir de la mano. El culebrón del presidente de Francia, su idilio adúltero con la actriz Julie Gayet y el ataque de cuernos de su pareja 'oficial', la periodista Valerie Trierweiler, con ingreso clínico incluido nos tiene enganchados. Esta traición 'a la francesa' no es la primera ni la última que tiene lugar en las esferas del poder ejecutivo. Oteradas abre hoy su página de alta política para repasar los romances ilegítimos de presidentes, ministros y monarcas: De Marilyn a Lewinski pasando por Camilla Parker-Bowles.

La población francesa debe estar bastante hecha a que sus presidentes tengan escarceos con personalidades de la faranduleo franchute. El predecesor en el cargo de Hollande, nuestro querido Sarkozy, empezó su romance con Carla Bruni como una aventura extramatrimonial. El flechazo fue tan fuerte que el anuncio divorcio tuvo lugar cuando la mujer de Sarko ejercía de primera dama y en menos de un año se confirmó el noviazgo y posterior casamiento entre el mandatario francés y la modelo, cantante y actriz italiana.

En España

En los primeros dosmiles el entonces vicepresidente del Gobierno Francisco Álvarez Cascos abandonaba a su esposa, Gema Ruiz El pastel se descubrió gracias a unas fotografías delatadoras y, tras un tortuoso divorcio, el político conservador se casó con la marchante de arte en 2006.

Cuernos 'made in USA'

Si hubo un lío de faldas que trascendió lo político, sin duda fue el del ex presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, y la becaria Monica Lewinski. Aquel culebrón salpicado de semen (y me refiero al vestido con restos orgánicos del marido de Hillary que la joven presentaba como prueba) obligó al presidente a admitir ante un jurado que había mantenido una “relación inconveniente” con Lewinski en el Despacho Oval de la Casa Blanca.

Tres décadas antes del caso Lewinski la relación adúltera entre John Fitzerald Kennedy y Marilyn Monroe ya había hecho correr ríos de tinta. El esposo de Jackie y la rubia más icónica de Hollywood mantuvieron un presunto romance de alto voltaje. El histórico ‘Happy Birthday Mister President’ que le dedicó la actriz y la muerte prematura de ambos convirtieron este ‘affaire’ en todo un mito de nuestro tiempo.

Vladimir Putin, presidente de Rusia, también ha tenido que dar cuenta sobre sus escarceos amorosos de manera pública y además lo hizo como si fuese un concursante de Gran Hermano con ganas de hacerse un Deluxe: anunció su divorcio de Liudmila Putina y su romance con la ex gimnasta olímpica Alina Kabaeva en una entrevista televisada.

Entre coronas

Las infidelidades entre monarcas vienen de antiguo: los libros de Historia están plagadas de pasiones palaciegas e hijos ilegítimos. En nuestros días recordamos el romance prohibido entre Carlos de Inglaterra y su actual esposa Camilla Parker para mayor desdicha de Lady Di. "Éramos tres en mi matrimonio, una multitud", declaró la malograda Princesa de Gales en 1995.

El rey Carlos Gustavo de Suecia reconoció de manera velada lo publicado en una biografía suya en la que se revelaban supuestas infidelidades: “He hablado con mi familia y con la reina. Pasamos página y miramos adelante, porque tal como lo entiendo, estos asuntos ocurrieron hace mucho tiempo", afirmó en rueda de prensa.

En nuestro país también se han escrito algunos libros que hablan de las presuntas relaciones extramatrimoniales en Zarzuela. Jaime Peñafiel asegura en el libro 'Juan Carlos y Sofía. Retrato de un matrimonio' que el monarca pudo tener un idilio con la vedette Bárbara Rey. Otra periodista de renombre, Pilar Eyre, habla en su libro ‘La Soledad de la Reina’ de la supesta relación del Jefe del Estado con la princesa alemana Corinna zu Sayn-Wittgenstein. Según declaró la rubia teutona al periódico El Mundo, su relación con el Rey de España es "una entrañable amistad".