La ceremonia se ha celebrado en Mustique, una isla caribeña en la que su padre, el diseñador, también acudió con motivo de su luna de miel. La pareja se comprometió el pasado mes de julio y han tenido distintos planes para la ceremonia: se iban a casar en casa de la familia de él, en Connecticut, pero al final optaron por la isla a la que tan unida está la familia.
La boda fue discreta, sin demasiados asistentes, eso sí, de ensueño. El banquete fue al atardecer, en la playa, cerca de la orilla del mar. Una mesa alargada paralela al mar, con unas impresionantes vistas y con alrededor de cien invitados.
Lo más espectacular de la boda fue el vestido 'boho' de la novia: hecho a medida y por su padre. El diseño era un slip-dress color marfil. Para hacerlo aún más especial, Ally cambió el velo por una capa con capucha y con los bajos bordados de flores azules. El peinado no fue recogido, la novia se decantó por una melena suelta bajo la capucha y los zapatos eran unas plataformas plateadas.
Acorde con la protagonista de la boda, el novio escogió un traje blanco de lino, adecuado para la ocasión pero sin destacar para no quitar protagonismo a la novia. Harley, la hija de ambos, también de blanco, fue partícipe en la boda.
La Rich Girl de los 2000 no tiene pensado seguir la trayectoria de su padre. De momento, su camino ha comenzado con la publicación de su primer libro sobre la enfermedad de Lyme.