Cosas que no sabías de Felipe de Edimburgo, un gran consorte a la sombra de la reina Isabel II

divinity.es 04/05/2017 13:52

· Su relación con Isabel II nació entre cartas de amor

En 1939 la familia Real Británica visitó el Britannia Royal College, la academia militar donde se encontraba un joven de 19 años llamado Felipe de Mountbatten, Príncipe de Grecia y Dinamarca. Isabel era tan solo una princesa de 13 años, pero la diferencia de edad no fue un impedimento para que ambos se enviaran cartas de amor durante la II Guerra Mundial.

A su regreso su relación se convirtió en oficial, aunque de primeras no parecía el marido ideal para una futura reina. En abril de 1947 el Rey Jorge VI, padre de Isabel II, aceptó el compromiso, convirtiéndose Felipe en el Duque de Edimburgo.

Posado real con motivo de la pedida de mano. La Princesa Isabel, Felipe Mountbatten, la Reina Isabel I, el Rey Jorge VI, y la princesa Margarita de Inglaterra. (De izq. a der.)

· Duros cominezos y muchos problemas familiares para Felipe Mountbatten

El pequeño de cinco hermanas, tuvo una infacia bastante complicada. Su familia fue exiliada de Grecia en 1922. Más adelante su madre tuvo que ser ingresada por problemas mentales, mientras su padre pasaba largas temporadas en el sur de Francia. Y en 1937 tuvo que hacer frente a un nuevo palo cuando su hermana Cecilia, su marido y dos de sus hijos fallecieron en un accidente aéreo.

Su entorno lo describe como un hombre de carácter fuerte y ambicioso. Se convirtió en oficial de la Marina, y sirvió en el bando británico en el Oceáno Índico y en el Medirerráneo, durante la II Guerra Mundial.

· Protagonista de grandes rumorologías

El entorno de ella dice que se casó completamente enamorada, pero los momentos de felicidad no durarían demasiado. Tras morir el rey Jorge en 1952, Felipe quería que la Casa Real llevara su apellido, y por supuesto su mujer. Ella no quiso cumplir con ese deseo, lo que afectó mucho al duque y a su relación. "Yo soy el único hombre en el país no se les permite dar su nombre a sus hijos. No soy más que una ameba", explicó en su momento, según fuentes cercanas.

Esta situación provocó un gran malestar en él, y a partir de ese momento comienzan a sonar los primeros rumores de infidelidades e incluso se llega a hablar de que ambos mantienen una relación liberal. Para complacer al duque, la reina decidió que solo los que ostentaran al titulo real deberían llevar el apellido Windsor, mientras que para los otros hijos no sería obligatorio.

Muchos títulos y pasión por el polo, la caza y la lectura

Su Alteza Real Príncipe Felipe, Duque de Edimburgo, Conde de Merioneth y Barón de Greenwich, Caballero de la Liga, Caballero del Cardo, Orden del Mérito, Caballero de la Gran Cruz de la Orden del Imperio Británico, Compañero de la Orden de Australia, Compañero de la Orden de Servicio de la Reina, y Consejero Privado. Casi nada sus títulos. Hasta hace poco jugaba al polo, navegaba o salía a cazar, leía mucho, con preferencias por la filosofía y la religión. Su última aparición pública fue el 3 de Mayo, en un acto público para abrir un nuevo campo de cricket, como miembro honorífico del Marylbone Cricket.