“Madonna tiene un carácter similar al que me gustaría tener a mí. Es el reflejo de que una mujer puede hacer lo que se proponga, lo mismo que un hombre. O más. Yo no puedo decir lo mismo. Ella puede expresarse como quiera, incluso utilizar la palabra F (por ‘fuck’), algo que yo no puedo hacer”.
Jolin Tsai es la reina absoluta del “mandopop”, es decir, el pop cantado en chino mandarin… nada menos que la lengua más hablada del mundo, así que imaginaos la importancia que tiene Jolin. En su último disco ‘Play’, la intérprete se ha reinventado: sigue cantando en su lengua materna pero ha occidentalizado su propuesta con ritmos urbanos a lo Nicky Minaj y con letras que recuerdan a Rihanna. Incluso ha contratado a los diseñadores The Blonde, conocidos por haber trabajado con Beyoncé.
Este derroche de actitud pop ha sido muy bien acogido por sus seguidores pero no tanto por los responsables de la cultura de los países asiáticos. Sobre todo su último videoclip, ‘Somos todos diferentes, pero también iguales’ que, así de entrada, no nos puede recordar más al himno ‘Born This Way’ de Lady Gaga.
En el vídeo, Jolin Tsai encarna a una lesbiana que ha estado durante 30 años felizmente enamorada de otra mujer, encarnada por la popular actriz Roby Lin. Una historia que se remata con un romántico beso entre las dos tortolitas, al pie del altar y vestidas de novias, justo después de haberse dado el sí quiero.
Una auténtica “bomba” para gobiernos como el chino que no reconocen el matrimonio homosexual y que ponen muchas trabas al colectivo LGTB de cara a adopciones, reconocimiento de derechos y educación en la igualdad.
De hecho el videoclip va un poco más allá del beso. Basado en una historia real, la mujer encarnada por Jolin muere en el hospital después de que su pareja no pueda firmar el formulario de consentimiento para que le realicen la operación oportuna. Cuando el médico le pregunta, tan sólo puede decir que es “una buena amiga”.
“La sociedad, y sobre todo mi audiencia, busca en mí un espejo en el que mirarse. Así que tengo que dar ejemplo”, declara la cantante, consciente de que en esta ocasión ha traspasado ese límite tan definido.
De momento, en el ciberespacio chino no se puede acceder a la versión íntegra del videoclip. Únicamente está disponible un breve extracto que no incluye el beso, sólo la escena inicial en la que ambas son ancianas. Y en ningún momento se menciona que estén casadas ni que entre ellas puede haber algo más que una “buena amistad”. Pero está claro que algo se está moviendo en el cada vez menos Lejano Oriente y que las divas son las primeras en ponerse al frente de este movimiento.