En un ascensor, en pleno bosque, en París... Así se declaran las parejas de nuestras series

DIVINITY/ANA LÓPEZ GUZMÁN 10/06/2013 17:31

LAS CHICAS TOMAN EL CONTROL

"Estúpida, cursi, idiota… Es un capullo, un hijo de… Podría estar en casa en vez de… Seré estúpida…”, se dice Meredith (Ellen Pompeo) en ‘Anatomía de Grey’, tras darse cuenta de que quiere crear un futuro junto a Derek (Patrick Dempsey). En la escena, la vemos hablando sola, dando vueltas de un lado a otro en medio del bosque, esperando a que él llegue. Cuando le ve, le explica por qué ha trazado con velas el plano a tamaño real de una casa; la misma que espera construir a su lado. Algo precioso si no fuera porque está muy enfadada porque él ha tardado más de lo que esperaba.

“¿Dónde estabas? Llevo horas aquí. He hecho esto tan absurdo, vergonzoso, humillante y cursi… Iba a decirte que esto de aquí es nuestra cocina, eso nuestro salón y ahí está la habitación para jueguen los niños. Había preparado un discurso para decirte que iba a construir una casa, pero no construyo casas, soy cirujana, y me siento ridícula. Consigo dar un paso y no apareces. Has tardado demasiado en llegar y no he encontrado la botella de champán”. Nunca habíamos visto a Meredith siendo tan sincera.

Él la mira incrédulo. Para intentar que ella se calme, bromea: “El salón es pequeño. Hay mejores vistas desde aquí. ¿Esta será la habitación de los niños? ¿Y nuestro dormitorio?”. Pero a ella no le apetece bromear: “No sé si confío en ti, no sé si puedo. Lo intentaré porque juntos creo que somos extraordinarios y separados somos corrientes”. Una frase maravillosa para decir a alguien que no quieres que esté lejos de ti, ¿verdad?

¿QUIÉN QUIERE UN ANILLO TENIENDO A PATRICK DEMPSEY?

Pero ella no es la única con ideas románticas en la relación. Tras la operación de Izzie (Katherine Heighl), Derek hace un resumen de todas las operaciones que ha hecho con Meredith colocando los resultados de escáner en las paredes de un ascensor del hospital donde trabajan. Cuando ella entra en el ascensor y ve todo lo que su novio ha preparado no dice nada, sólo le escucha explicar cómo después de cada una de las intervenciones, él se dio cuenta de que sería una gran cirujana, de cómo comprobó que formaban un buen equipo…

“Si hay una crisis no te paralizas. Nos haces seguir adelante porque has sobrevivido a cosas peores y sabes que sobreviviremos. Dices que eres oscura y retorcida. No es un defecto, es una virtud. Hace que seas quien eres. No voy a arrodillarme ni a preguntártelo. Te quiero, Meredith. Quiero pasar el resto de mi vida contigo”. Entonces ella le mira y lo sabe: “Y yo quiero pasar el resto de mi vida contigo”.

SEXO EN NUEVA YORK… Y AMOR EN PARÍS

Uno de los mejores momentos de 'Sexo en Nueva York' tiene lugar cuando Carrie (Sarah Jessica Parker) se da cuenta de lo que necesita en el último episodio: “Tal vez sea hora de ser clara sobre quién soy yo. Soy alguien que busca el amor. El amor verdadero. Ridículo. Inconveniente. Que no podamos vivir el uno sin el otro. Y no creo que ese amor esté aquí, en esta cara suite de este encantador hotel en París”. Son palabras de Carrie cuando se da cuenta de que ha dejado toda su vida en Nueva York por Aleksandr, un artista ruso que no le piensa dedicarle la más mínima. Entonces rompe con él y aparece Big, que la encuentra llorando en la recepción del hotel.

“¿Por qué lloras?”, pregunta. “Es un desastre, nunca debí venir aquí”, confiesa Carrie. Le dice que no necesita ser rescatada, pero lo cierto es que, en cierto modo, sí lo necesita. Tras ir corriendo a buscar a Aleksandr con ganas de darle una paliza tras enterarse de que ha abofeteado a Carrie por accidente, ella le frena poniéndole la zancadilla. Los dos caen al suelo y empiezan a reír. Es un momento tierno y divertido. En la siguiente escena les vemos paseando por París.

“¿Tienes frío?”, quiere saber Big. “No, sigo en shock. Esto es tan surrealista. ¿Cómo es que estás aquí?”. Ese es el momento en el que Big tiene que confesar a Carrie que por fin se ha dado cuenta de que no puede vivir sin ella. Que no quiere a ninguna otra. “He tardado muchísimo tiempo en llegar, pero ya estoy aquí. Carrie, eres la única”. ¡Por fin! El momento más esperado de las seis temporadas de la serie no llegó hasta el episodio final. Ella responde: “Venga, bésame, nena llorona. Volvamos a Nueva York. Llévame a casa”.

TE QUIERO, IDIOTA

Una de las declaraciones más tiernas de nuestras series es la de Rory (Alexis Bledel) en ‘Las chicas Gilmore’. Tras una discusión con Dean (Jared Padalecki), su primer novio, va a su casa para hablar con él, pero se va corriendo antes de poder hacerlo. Tiene tan mala suerte (o no) de que la hermana de Dean la reconoce por las fotos que él tiene en su habitación. Entonces, Dean se planta al día siguiente a la salida del instituto Chilton, donde ella estudia. Entonces la ve con Tristan (Chad Michael Murray), un niño rico que no está acostumbrado a que le digan que no.

Cuando Rory ve a Dean, va corriendo hacia él, pero está muerto de celos: “Me siento idiota. Vengo hasta aquí y te veo con este memo”, le dice. Ella quiere saber por qué ha ido a buscarla. “Creía que querías hablar conmigo. Viniste a mi casa”. Rory lo niega: “Debía ser alguien muy parecido a mí”. Entonces Dean quiere irse, se siente avergonzado, pero ella intenta retenerle: “¡Dean, para!”, le pide. “¿Por qué?”, pregunta él. “Porque te quiero, idiota”.

Y pese a que la historia con Dean está llena de los momentos inolvidables que uno vive en su primera relación, llegará alguien que hará que Rory pierda la cabeza… Por amor. Se trata de Jess (Milo Ventimiglia), el chico nuevo. El chico malo. Dean es uno de los primeros en darse cuenta de que Rory está loca por él: “No quieres estar conmigo. Has estado colgada de él desde que llegó a la ciudad. Y él de ti. Lo ve cualquiera. Ahora tenéis el camino libre, yo me largo”, dice Dean.

Entonces Jess va al muelle, donde encuentra a Rory. Ella le mira y le dice: “Dean tenía razón en todo lo que ha dicho sobre ti. En que le había mentido y le había hecho un lío en la cabeza. Era cierto, al menos en lo que a mí respecta. Ahora vete…”. Hasta entonces, ella jamás había reconocido lo que sentía por él. Jess se queda observándola y reproduce sus mismas palabras: “Sí. Tenía razón en todo lo que ha dicho. ¿Has roto definitivamente con él?”. Rory asienta, a lo que él responde: “Entonces tengo algo que solucionar”. Y se marcha para dejar a Shane, su novia. Su beso al día siguiente es uno de los momentos con más pasión de la serie.

HACER TODO LO QUE DICTA EL MANUAL DEL AMOR… ¿FUNCIONA?

Pero si hubo una pareja que nos hizo esperar, esa fue la formada por Lorelai (la madre de Rory, interpretada por Lauren Graham) y Luke (Scott Patterson). Él ya no sabe qué hacer para que Lorelai que se dé cuenta de que está loco por ella. Cada día la escucha mientras le sirve café en su bar. Él no es de mandar flores, pero lo hace, y al igual que Dean, se siente ridículo porque piensa que ella no ha sabido darles el valor que para él tenían. “He intentado ser romántico. Lo hice todo bien, tal y como decía el manual. ¡Es la última vez que mando rosas a alguien! ¡Y deja de mirarme como si estuviera loco!”, grita nervioso. “No lo hago, me encantaron las flores”, responde ella con dulzura.

Y es que Luke está loco de celos, porque mientras él se está desviviendo por intentar conquistar a Lorelai, su ex no hace más que aparecer en escena. “Pensé que habíamos tenido un momento”. A lo que ella responde con un “Así es”. Entonces se quedan mirando… Se acerca para besarla, pero le frena: “¿Qué estás haciendo?”, le dice, sorprendida. “¿Podrías quedarte quieta?”. Después se miran de nuevo, ella se acerca y él la frena: “¿Qué estás haciendo?”. Luke responde: “¿Podrías quedarte quieta?”, haciendo una burla cariñosa.

Es la primera vez que se besan. Uno de los momentos más esperados, que no tiene lugar hasta la cuarta temporada. Más adelante, tras varios altibajos en su relación, Lorelai también se declarará cantando ‘I will always love you’ a Luke en un karaoke. Y es que madre e hija tienen un jaleo emocional importante, pero en el fondo siempre tienen claro a quién aman, sólo que a veces no es tan fácil reconocer lo uno siente.

VERONICA Y LOGAN: UNA HISTORIA DE AMOR ÉPICA

Una de las escenas más bonitas y duras a la vez en ‘Veronica Mars’ tiene lugar en la fiesta de fin de curso que Logan (Jason Dohring) celebra en su casa. Él lleva unas cuantas copas de más cuando se acerca a Veronica (Kristen Bell) y confiesa que tiene el corazón roto. Acaba de dejarlo con Hannah, su novia, así que Veronica piensa que está hablando de ella. “Vamos, Veronica, sabes que no me refiero a Hannah”. Se queda sin palabras, ¡está hablando de ella! Así que no sabe qué responder. Él se acerca un poco más.

“Creía que nuestra historia sería épica. Vidas destrozadas, sangre derramada… Ya sabes, épica. Lo de no poder vivir el uno sin el otro. Pero el verano ya está aquí y no nos veremos. Después tú te irás de la ciudad y… Se acabó”. Veronica no da crédito. “¿Vidas destrozadas? ¿Sangre derramada? Una relación no debería ser tan difícil”, le dice. “Tampoco nadie dijo que fuera fácil”. Veronica sale corriendo. ¿Demasiada información en tan poco tiempo? Al día siguiente será ella quien vaya a su casa para preguntarle si sigue pensando que su historia será épica.