Básicamente lo que diferencia un abrigo 'masculino' del resto son cuatro cosas: el largo, el color, la textura y la forma.
El largo de esta prenda llega a la rodilla o la sobrepasa. Los colores más demandados son el negro, gris, azul marino y camel. En cuanto a la textura, estos abrigos suelen ser de lana y bastante gruesos.
Por último, como la función de esta prenda es masculinizar nuestro estilo, la forma es recta. No acentúa ninguna parte de nuestra anatomía, dejándola totalemente oculta bajo la tela.
Al ser una prenda tan ambigüa, podemos lucir prácticamente cualquier cosa con ella. Lo único que debemos tener en cuenta es el 'grado de masculinidad' que queremos darle al look. Si optamos por un vestido, medias y tacones irradiaremos feminidad a pesar de llevar un abrigo masculino. Además con él obtendremos una elegancia extra.
Por otro lado, si lo que te apasiona es el estilo 'british' prueba a combinar unos zapatos 'brogue', pantalones skinny y jersey con camisa lisa debajo. Si a todo esto le añades el abrigo masculino el resultado será un look totalmente unisex.
La botonadura es otra de las claves de este tipo de abrigos.
Puede ser simple (una sola fila de botones) o doble. La mayoría son grandes y en tonos madera. La actriz Amanda Seyfried se decanta en más de una ocasión por prendas masculinas para sus conjuntos. La mayoria de sus abrigos son de botonadura simple. Cual gángster de los años 20 luce siempre que puede uno de estos en eventos importantes.