Sylvia Kristel, la actriz que redescubrió el sexo a muchos matrimonios

Hubo un tiempo en que existía el cine pornográfico, en sus circuitos de difusión, y el cine clasificado 'S', más accesible para la población en general. Se trataba de cine erótico, porno soft lo llaman algunos. El caso es que ese género tenía una reina indiscutible: Sylvia Kristel. Era la actriz protagonista del mito del celuloide 'Emmanuelle'. Pocas personas nacidas antes de 1980 la habrán olvidado. La actriz, holandesa, ha fallecido a los 60 años de edad. Luchaba contra un cáncer de garganta que se había extendido a otras partes de su cuerpo, y en verano había sufrido un derrame cerebral. Su vida fue intensa como su cine, en su autobuiografía 'Desnuda' relató todos sus excesos de alcohol y drogas.

Pero para el recuerdo quedará su papel en esa 'Emmanuelle'. Gracias a esa película no pocas españolas empezaron a atreverse a llevar picardías de seda, contó Laura Manzanera en 'Del corsé al tanga: 100 años de moda en España'. Esa película puso de moda el sexo, como eje central de un argumento, en el cine. Fue un antes y un después. La propia actriz dijo en sus memorias que había servido para "salvar algunos matrimonios, o mejorar su vida sexual". Al final de su vida, le obsesionó que su hijo lo supiera todo sobre ella, de ahí su libro.

Hubo un tiempo en que existía el cine pornográfico, en sus circuitos de difusión, y el cine clasificado 'S', más accesible para la población en general. Se trataba de cine erótico, porno soft lo llaman algunos. El caso es que ese género tenía una reina indiscutible: Sylvia Kristel. Era la actriz protagonista del mito del celuloide 'Emmanuelle'. Pocas personas nacidas antes de 1980 la habrán olvidado. La actriz, holandesa, ha fallecido a los 60 años de edad. Luchaba contra un cáncer de garganta que se había extendido a otras partes de su cuerpo, y en verano había sufrido un derrame cerebral. Su vida fue intensa como su cine, en su autobuiografía 'Desnuda' relató todos sus excesos de alcohol y drogas.

Pero para el recuerdo quedará su papel en esa 'Emmanuelle'. Gracias a esa película no pocas españolas empezaron a atreverse a llevar picardías de seda, contó Laura Manzanera en 'Del corsé al tanga: 100 años de moda en España'. Esa película puso de moda el sexo, como eje central de un argumento, en el cine. Fue un antes y un después. La propia actriz dijo en sus memorias que había servido para "salvar algunos matrimonios, o mejorar su vida sexual". Al final de su vida, le obsesionó que su hijo lo supiera todo sobre ella, de ahí su libro.

Hubo un tiempo en que existía el cine pornográfico, en sus circuitos de difusión, y el cine clasificado 'S', más accesible para la población en general. Se trataba de cine erótico, porno soft lo llaman algunos. El caso es que ese género tenía una reina indiscutible: Sylvia Kristel. Era la actriz protagonista del mito del celuloide 'Emmanuelle'. Pocas personas nacidas antes de 1980 la habrán olvidado. La actriz, holandesa, ha fallecido a los 60 años de edad. Luchaba contra un cáncer de garganta que se había extendido a otras partes de su cuerpo, y en verano había sufrido un derrame cerebral. Su vida fue intensa como su cine, en su autobuiografía 'Desnuda' relató todos sus excesos de alcohol y drogas.

Pero para el recuerdo quedará su papel en esa 'Emmanuelle'. Gracias a esa película no pocas españolas empezaron a atreverse a llevar picardías de seda, contó Laura Manzanera en 'Del corsé al tanga: 100 años de moda en España'. Esa película puso de moda el sexo, como eje central de un argumento, en el cine. Fue un antes y un después. La propia actriz dijo en sus memorias que había servido para "salvar algunos matrimonios, o mejorar su vida sexual". Al final de su vida, le obsesionó que su hijo lo supiera todo sobre ella, de ahí su libro.

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Pero para el recuerdo quedará su papel en esa 'Emmanuelle'. Gracias a esa película no pocas españolas empezaron a atreverse a llevar picardías de seda, contó Laura Manzanera en 'Del corsé al tanga: 100 años de moda en España'. Esa película puso de moda el sexo, como eje central de un argumento, en el cine. Fue un antes y un después. La propia actriz dijo en sus memorias que había servido para "salvar algunos matrimonios, o mejorar su vida sexual". Al final de su vida, le obsesionó que su hijo lo supiera todo sobre ella, de ahí su libro.

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