Raquel ha estado de pruebas en el exterior. Aprovechando el solecito de otoño, se fue a comer al parque del Retiro con los pequeños y aprovechó para probar dos tipos de carros diferentes. La novedad es que cada uno de ellos puede funcionar como uno (uniendo las estructuras, lo que va muy bien, dice, para cuando "uno de los padres va solo") o como dos ("para callejear por aceras estrechas, cuestas importantes y para que no haya peleas por quien lleva el carrito", ha escrito). Todo un invento para madres y padres todoterreno y urbanitas.
También ha lanzado algún consejo en redes muy útil, en el que mucha gente no cae hasta que es demasiado tarde: "Nota muy importante: antes de comprar un cochecito gemelar, medid vuestro ascensor para que no haya sorpresas".
También hemos podido ver hace unos días la habitacion de Mateo y Bruno, con papel de peces de colores en las paredes: "Lista. Un mundo por dos. Feliz por el acuario que los arropará en sueños", escribió. Raquel y su chico son unos enamorados del buceo.
El gato, Piombo, que tan tranquilo esperaba con Raquel a los bebés, también está adaptándose a la nueva vida múltiple familiar: