Si echamos un vistazo a las revistas y desfiles de esta temporada observaremos un denominador común en todas sus faldas: pliegues por aquí y por allá. Es una tendencia renovada del año pasado, cuando las mini se caracterizaban por llevar sobrepuesta una capa de tela casi transparente que daba vuelo y frescura a nuestros looks.
Este tipo de faldas son ideales para el verano y el buen tiempo. Son muy ligeras y aportan una comodidad extra. A pesar de ser una pieza ideal para las noches de fiesta puedes usarlas para el día a día con zapato plano o cuñas. En Hollywood se pasean a menudo con este tipo de faldas superpuestas. Un consejo: cuanto más larga sea la falda, más tacón puedes llevar para no acortar visualmente tus piernas.
¿Cómo puedes combinar este tipo de minis? Si son faldas sobrias de un único color, el top puede ser estampado o degradado para dar un poco de vida a tu outfit. En cambio, si tu prenda inferior es colorida, con flores o figuras, lo mejor es que tu camisa sea lisa, sin muchos adornos, de esta forma no cargaremos el look con demasiados dibujos. Las faldas plisadas (normalmente de gasa) son perfectas para una noche de fiesta o una cena formal, así que puedes jugar con las texturas y ponerte una blazer para acompañarla.