"He visitado Irak cinco veces desde 2007, y nunca he visto nada parecido al sufrimiento que estoy presenciando ahora. He venido para visitar los campos y asentamientos informales en los que refugiados de Irak y Siria buscan desesperadamente refugio lejos del conflicto que azota su región", explicaba emocionada Angelina.
"Durante muchos años he visitado los campos, y cada vez que vengo, me siento en las tiendas y escucho las historias de los afectados. Intento dar mi máximo apoyo. Decir algo que muestre solidaridad y les proporcione algún tipo de guía. En este viaje me he quedado sin palabras".
"¿Qué le puedo decir a una madre que con lágrimas recorriendo su cara dice que su hija está en manos del Estado Islámico, o ISIS, y que desearía que estuviera aquí también? Incluso aunque tuviera que ser violada o torturada, me confiesa, eso sería mejor que no estar con su hija".
"Nada te prepara para la realidad que implica tanta miseria humana: para las historias de sufrimiento y muerte, y la mirada de los niños hambrientos y traumatizados".
La actriz ha manifestado la necesidad de que haya mayor concienciación sobre la problemática y la importancia de que acabe el conflicto: "Pero lo cierto es que no podemos aislarnos en relación a esta crisis. La propagación del extremismo, la oleada de luchadores extranjeros, la amenaza del nuevo terrorismo... Solo el final de la guerra en Siria puede cambiar las tornas en estos problemas. Sin esto, solo estamos retocando los bordes".