A estas alturas de tu vida debes saber al menos 3 cosas: uno, lo que para ti es un centímetro son por lo menos 4 dedos a los ojos de cualquier peluquero; dos, la copa que te sentó mal no fue la última, si no las 5 que te tomaste antes y tres las apps para ligar no son sólo de desesperados y salidos, bueno o por lo menos no más que cualquier discoteca o bar de copas un sábado noche.
Pongamos un primer ejemplo, Tinder. Según Jorge Abián, director de esta aplicación en España, en 2014 la app registró una media de 5.000 nuevas descargas al día. Y digo yo, ¿no es eso una cantidad de gente lo suficientemente grande como para que todos sean unos raritos desesperados? Pues sí, y es que ”como en la viña del señor...” en este tipo de aplicaciones hay de todo...
¡Conócelas!
Tinder
Te muestra a los usuarios que se encuentran cerca de ti (tú marcas la distancia en km a la redonda). Observas, localizas y... ¡que empiece la fiesta!
- Derecha: Te gusta. Izquierda: ¡No interesa! Si pasas la foto hacia tu derecha estás dando like, si por el contrario la deslizas a la izquierda... Ciao, bambino. También puedes usar los botones que aparecen bajo la foto de perfil. Como ves no hace falta saber de astrofísica para usar la aplicación.
- ¡Tienes un Match! ¿Sabes cuando estás en la discoteca y él te devuelve la mirada y se acerca sonriendo mientras tú finges no darte cuenta de ello y por dentro gritas: ¡por fin!? Bien. Eso es un match. Él también está interesado, la cosa es descubrir... ¿en qué?
Groopify
Esta app une a gente con intereses en común, con una condición: se juega en grupo. A priori el objetivo es conocer gente y nuevos planes, pero... ¡nunca se sabe lo que tú y tus amigas podéis encontrar! ;)
Happn
Incluye el puesto de trabajo en las características del perfil (lo mismo tienes fijación por los fontaneros, qué se yo!) y localiza a la gente con la que te has cruzado, aunque no esté necesariamente a tu alrededor.
Down
Dicen que es la evolución de Tinder. Y es que en Down no sólo haces like, sino que puedes definir si tu like significa: “quiero quedar contigo” (deslizas foto hacia arriba) o “¿en tu casa o en la mía?”...
Por su perfil les conocerás...
El guaperas
No se puede tener todo. Sus fotos de perfil (probablemente sin camiseta) son proporcionalmente sexys a su nivel de chulería. Para él ligar es como pescar en un acuario. Así que depende de lo que estés buscando... Eso sí, no intentes convertirle, no tiene madera de novio. No todos los Mark Sloan buscan una Lexie...
El desesperado
Parecía un chico del montón en la primera cita, pero fue tan educado en ella que decidiste darle una oportunidad. Cuidado: es posible que al final de la cita ya te haya preguntado si prefieres niño o niña o si te gusta la carne más bien hecha o vuelta y vuelta. Mantén la calma, sonríe con tranquilidad y a la que puedas: ¡huye!
El cuentacuentos
Acabas de encontrarte con el Dean Winchester de la app. Su perdición: las chicas. Sería capaz de contar cualquier rollo para ligar. Desde inventarse un perfil falso hasta decir que te dejó colgada porque alguna fuerza sobrenatural le impidió llegar a la cita. ¡Sobrenatural es el poder de invención que tiene el chico! Tip: Ante la duda... ponte a ‘googlear’.
El salido
No, técnicamente no te hemos mentido, hemos dicho que no SOLO había salidos...pero los hay. Ojo: no confundir con el guaperas. Prácticamente funcionan igual, pero éste, lejos de ser directo, es desagradable. Si ha conseguido un match contigo ya tiene más suerte de la que se merece, ya que seguramente a estas alturas te habrá escrito alguna guarrada con faltas de ortografía...
El normal (sí, los hay)
Puede que sea tímido, puede que sencillamente tenga bastantes ganas de conocer gente fuera de su limitado o trillado círculo social o puede que simplemente sea un chico tan normal como tú que tiene ganas de encontrar a una chica tan normal como él y el típico ‘lo que surja’. Pero, de verdad, existen, lo prometemos.
Toma nota
Mar Puigmartí: Psicóloga especializada en terapia sexual y de pareja.
- Ligar a través de las aplicaciones puede conllevar ciertos riesgos. Uno de ellos es que puede crear adicción o dependencia. El hecho de que el contacto sea tan fácil e inmediato puede hacer que la persona pierda el interés en el contacto real y, de esta forma, aislarse.
- No hay que olvidar que este tipo de apps desinhiben y pueden crear falsas expectativas. Existe una cierta tendencia a idealizar a la persona que tenemos al otro lado del teléfono, por lo que podemos llegar a sentirnos engañados o frustrados cuando la idea que tenemos no se ajusta con la realidad.