El retoque fotográfico a juicio

divinity.es 24/02/2015 13:30

Hay dos tipos de retoques: los que alteran la realidad y los que no. Hay correcciones que se han hecho siempre, incluso cuando se revelaban negativos, que no alteran la escena: corregir el brillo, el contraste o la saturación, por ejemplo. Esa edición puede admitirse en cualquier fotografía, y de hecho pocas de las que se publican no pasan por ese proceso.

El Photoshop es una herramienta más de los fotógrafos. El problema viene cuando con ella se altera la realidad, la imagen en sí. Eso puede estar justificado en la llamada fotografía artística, pero es artificial en la publicidad e inaceptable en el fotoperiodismo. Es difícil establecer un límite, porque también con maquillaje se puede alterar la realidad. Por tanto, ¿dónde empieza una imagen a ser falsa? ¿Dónde empieza el límite de lo que se puede conseguir usando el producto que quiere vender una marca?

En las fotografías de moda, por ejemplo, es poco ético que te vendan una crema antiarrugas con una foto de una mujer de 70 años a la que se le ha puesto con Photoshop la cara de una veinteañera.

Sin embargo, el Photoshop es necesario porque cualquier fotógrafo que trabaja con la imagen necesita retocar sus instantáneas. De hecho, antes de que se inventara ya existían otros procedimientos y las fotografías también se editaban.

Algunas veces el abuso del Photoshop puede provocar un efecto contrario al que realmente se persigue. Hay personajes que son muy populares, pero de los que la gente termina burlándose porque aparecen una y otra vez muy retocados en las revistas. El público es perfectamente consciente de cómo son en la realidad.

No obstante, países como Francia, Israel y Reino Unido discuten sobre la necesidad de advertir al lector sobre las fotografías alteradas digitalmente. Y tú, ¿qué opinas sobre el retoque fotográfico?