Ministras

La mujer pastel ha recordado, salvando las distancias, a la toma de posesión de Elena Salgado . Se ha pasado con el rosa, con las perlas y con la sombra en los ojos. ¿Nadie le dijo eso de que cuando saliese por la puerta de casa se mirase al espejo y se quitase dos accesorios? Lo dicho. Un poco demasié.

Ya en los Mariano de Cavia se atrevió con una de las tendencias de este invierno, las flapper (y les añadió un collar de perlas), aunque hizo una versión un tanto casta del asunto. A ella le gusta su americana, pero no es parca en colores. Cuando tiene que vestir bien, no decepciona, como en los Príncipes de Asturias, donde lució un vestido rojo de seda con escote chimenea que cortaba el hipo. En resumen: tiene sus más y sus menos, pero ha mejorado mucho sus estilismos con los años y puede que 2012 sea ya el culmen del estilo Pastor-Chic.

Versace al poder. El vestido negro con detalles dorados es sobrio, elegante y recuerda a las líneas más depuradas de Versace (nada de "para H&M"). Soraya parece haber oído las críticas de su vestido globo y se ha puesto seria en eso de elegir estilismo. Un 10.

Porque la tri-ministra y mamá (a tiempo parcial, se entiende) es curiosamente una de las dirigentes populares con más éxito entre los hombres. No será por ese vestido de escote corazón que se puso el otro día para los Premios Mujer de Hoy (es la mujer del año) y en el que dejaba ver más seno del que escondía. Un desliz lo tiene cualquiera, en su día a día es original y no tiene miedo a los colores. Va a dar mucho juego.

Azul marino y blanco. Combinación clásica para la mujer más morena de cualquier ministerio. Está radiante, feliz y sigue arrojando ese aire ibicenco a 22 de diciembre. Increíble pero cierto.

Será la ministra eternamente morena. Ana Mato presume de un bronceado envidiable los 365 días del año, y lo potencia con prendas claras y de estilo ibicenco. Dicen que le gustan marcas clásicas como Tommy Hilfiger y los vestidos de corte baby doll. Podemos confirmar que en cuestión de joyería, casi siempre recurre a los pendientes de perlas.

En la jura del cargo se ha puesto el look Ana Botella, parece que será el que use en los eventos más formales. Negro y rojo como la opción sobria, pero vistosa para la ocasión. En cierto modo recuerda también al estilo elegido por Elena Espinosa cuando cedió la cartera de Medio Ambiente a Rosa Aguilar.

Esta "política por descubrir" tiene una mezcla de herencias estéticas de la aludida señora del ex presidente Aznar, Soraya Sáenz de Santamaría y Ana Matos. De la primera se lleva el peinado y los looks integrales con traje de chaqueta de la segunda los estilismos más holgados e informales y de la tercera el espíritu ibicenco.

Es usuario habitual de Barbour, se atreve con la pajarita en los eventos y hasta le hemos visto con americanas vaqueras. Eso sí, en las citas laborales serias no le verán un detalle discordante, y sabe controlar cuando tiene (o no) que llevar corbata. Ruíz Gallardón sabe estar, porque es un animal político. Su señora y la de Zapatero, por cierto, tienen gustos semejantes.

Gran aficionado del traje gris, las camisas lisas o de rayas y las corbatas azules, a veces sorprende con otras combinaciones. Fíjense sino esta apuesta por el verde, y él tan tranquilo.

Esperamos verle recurrentemente sin corbata, tiene un aire de elegancia relajada como pocos. Sin embargo cuando decide trajearse, no se queda atrás. Si hubiera un "Míster Ministro", José Manuel Soria estaría entre los finalistas.

Las largas rutas que le tocará hacer al nuevo ministro de Asuntos Exteriores se verán amenizadas por su variado repertorio de corbatas (¿es esta una edición especial navideña?). Dicen que su vocación es europeísta, pero yo le veo como delegado de Carrascal, y tampoco me parece un mal plan.

El nuevo ministro de Interior nada como pez en el agua entre los clásicos: trajes, camisas y corbatas. Y los combina de todas las formas posibles. No parece tener más predilecciones que el buen gusto.

Con corbata, sin corbata, con chaqueta o sin ella. El elemento que más llama la atención de Arias Cañete es su barba de Papá Noel. La mantiene siempre larga, pero cuidada. Y de un níveo espectacular. Si ustedes se portan mal durante esta legislatura, no les traerá ningún regalo ;)

Ayer paseaba su nuevo cargo por Madrid con un sombrero borsalino y una bufanda azul (Pe-pé) al cuello. Sin embargo el detalle más significativo de Montoro son sus gafas de pasta, que vinieron a sustituir a aquellas metálicas que tenía hace años. ¿Habrá sorpresas en estos cuatro años? Seguro que nos mantiene al tanto.

Por fin un ministro que se atreve con los trajes cruzados que tanto recuerdan a Carlos de Inglaterra. Visto su labor para defender su tripa, con doble botonadura, no dudamos de que su trabajo vaya a ser excelente.

Le gustan las rayas, así que no es infrecuente verle con camisas que elogien esa predilección. Ahora bien, tampoco es de los que hacen ascos a los pantalones vaqueros. Seguro que nos regalará numerosos atuendos informales a lo largo de la legislatura.