Laura Escanes y Risto Mejide reciben un ataque en su casa a su vuelta de vacaciones

Laura Escanes y Risto Mejide han tenido un regreso agridulce de sus vacaciones de verano. Tras pasar unos días disfrutando en familia, la influencer y el presentador han vuelto a Madrid, residencia en la que viven diarimente desde hace un año, y se han encontrado con un duro "recibimiento". Tal y como la propia catalana ha compartido a través de sus redes sociales, la fachada, las ventanas de su casa y los coches estaban cubiertos de huevos. "Pues nada, este es nuestro recibimiento. Idiotas (porque no tienen otro nombre), que han tirado huevos en casa cuando no hemos estado, tenéis un problema grande", ha denunciado públicamente.

La catalana no entiende "¿qué coño os pasa por la cabeza?" a las personas que han aprovechado su escapada de verano para ir a su casa y tirar huevos. Pero más allá de lo que unos anónimos han hecho fuera de la residencia, Laura Escanes y Risto Mejide entraban al interior y se encontraban otra desagradable sorpresa. "Y para añadir un poquito más de drama a la situación y más diversión a nuestra vuelta a Madrid, se nos fue la luz hace dos o tres semanas y entonces el congelador y la nevera... Os podéis hacer una idea del olor de la casa en general...", ha explicado la influencer.

Laura Escanes y Risto Mejide denunciaron la filtración de la dirección de su domicilio

Hace justo un año, bajo un "¿Quién se apunta a ir a por él?", una persona anónima y seguidora del programa de Risto Mejide, publicó en varios grupos de Telegram la dirección del domicilio del presentador. Otros usuarios comentaron a través de Twitter que les parecía "indignante a la vez que peligroso" que aquello estuviese pasando.

En aquel momento, utilizando la gran repercusión que tiene en redes sociales, Laura Escanes compartió estos mensajes públicos. "Bueno, si nos pasa algo ya sabréis por qué", dijo en aquel momento. Aquella situación era un auténtico peligro para los protagonistas, pero también para los dos hijos menores que viven con ellos. La pareja está muy concienciada con la protección de su hija Roma y decidieron, desde antes incluso de su nacimiento, que su rostro no sería mostrado públicamente para evitar su exposición y que nadie pudiese reconocerla por la calle. Laura y Risto ven así una forma de proteger la intimidad de la menor y que, cuando empiece a salir sola por la calle, no se convierta en una persona pública.