Tana Rivera cumple 23 años: la vida actual de la hija de Fran y Eugenia Martínez de Irujo

Tana Rivera, la hija de Eugenia Martínez de Irujo y Francisco Rivera, soplaba las velas de su cumpleaños hace 24 horas. La joven vivía este día arropada por su entorno más cercano. Su madre, con quien mantiene una excelente relación, reunía a familiares y amigos en una fiesta sorpresa –con mago incluido- que tuvo lugar en un restaurante de la capital. Sin embargo, este no era el único plan familiar del que disfrutó este fin de semana. Y es que después cogía un AVE a Sevilla para reunirse con su padre, Lourdes Montes, y sus dos hermanos, Carmen y Curro, de 7 y 3 años.

Estos 23 años han llegado a la vida de Cayetana en un momento de estabilidad. Este 2022 le ha traído cambios en lo profesional y en lo personal. En relación a lo primero, Tana terminaba las prácticas que estaba realizando en Universal Music Group, la empresa de la que es director el marido de su madre, y conseguía trabajo en Colkie, “una plataforma digital para amantes de la música”, donde ejerce de Talent Manager. “Siempre me ha encantado la música como disfrute. Aunque, cuando la vives desde dentro, no sabes lo complicada que es y el trabajo que hay”, declaraba en ¡Hola! justo antes de empezar en esta empresa.

En lo personal, la primogénita del torero y la aristócrata, que siempre se ha mantenido en un discretísimo segundo plano, está enamorada de Manuel Vega, un joven de 32 años con el que llevaría saliendo desde hace un año. Fue a principios de este, concretamente en febrero, cuando aparecía por primera vez en público de su mano, con motivo del ‘SIMOF 2022’, donde observamos que sus respectivos entornos estaban al tanto de su historia de amor.

La relación de Tana con Manuel –un empresario que tomó las riendas del imperio de su padre junto a sus hermanos, ha creado un festival y tiene presencia en algunos de los negocios hosteleros más conocidos de la capital andaluza- va viento en popa. Aunque, de momento, la pareja no tiene en mente pasar por el altar. “No, no, por dios”, dice entre risas la nieta de la duquesa de Alba cuando los reporteros le preguntan si se ha planteado formalizar su relación. Misma respuesta que utiliza su madre cuando le dicen si desea que su niña le hiciese abuela tan joven.