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El fugaz compromiso de Tamara Falcó sigue dando de qué hablar un mes después de que saliera a la luz la infidelidad de Íñigo Onieva. La periodista Pilar Vidal informa en exclusiva en el diario ABC que el anillo que regaló a la marquesa de Griñón cuando le pidió matrimonio era “prestado”. El citado medio, que asegura haberse puesto en contacto con la marca de la joya y otras fuentes cercanas implicadas en la venta de este comentado diseño, asegura que el ingeniero se habría comprometido a devolver la alianza cuando estuviese terminado el que había encargado.
Esta podría ser la maniobra que Íñigo habría querido disfrazar después de ser fotografiado en un hotel con dos empleados de la joyería donde la adquirió. La revista ¡Hola! defendía que el diseñador de coches, que está dispuesto a todo por reconquistar a su exnovia, habría pedido a estos dos profesionales que custodien y transformen ese anillo para hacerlo crecer. Rumores sobre el origen y el futuro de esta joya que han provocado que Onieva rompa su silencio y mande un rotundo comunicado donde esclarece si pidió prestado un anillo para este inolvidable momento.
A través de la agencia que lo representa, el diseñador de coches ha desmentido tajantemente que sea “cierta” la noticia. “No solo es completa y terminantemente falso que el sr. Onieva no adquiriese el anillo desde un principio, sino que lo cierto es que el coste del anillo es más de dos veces superior al precio que se refiere en el artículo, pues se trataba de una pieza única, mejorada y personalizada”, mantiene que pagó hasta el último euro de una original sortija de oro blanco por la que habría desembolsado más de 28 mil euros.
Onieva es consciente de que cada paso que da y cada palabra que verbaliza está siendo medida al milímetro. Él, que siempre ha sido un joven bastante activo en redes -a través de las cuales, por cierto, llegó a escribir a varias conocidas mujeres-, tomó la determinación de desaparecer de las mismas con el único propósito de no agitar más el avispero. Sin embargo, es una herramienta más de trabajo, por lo que su vuelta a Instagram era solo cuestión de tiempo.
Sin colaboración aparente y sin mostrarse a él mismo, Iñigo Onieva compartía una serie fotográfica de siete instantáneas de su ostentoso viaje a Estambul. “Constantinopla. Herencia. Capital de tres imperios”, presumía en este post de su paso por la ciudad más poblada de Turquía y compartir con sus seguidores algunas de las maravillas que ofrece la maravillosa ciudad del Bósforo.