La princesa Leonor y la infanta Sofía: ¿por qué no han acudido al funeral de Constantino de Grecia?

El funeral de Constantino II de Grecia ha sido el escenario donde ha tenido lugar el esperado reencuentro de los miembros de la familia real española desde que el rey Juan Carlos abdicara del trono de España. Una despedida al último monarca del país heleno en el que han querido estar presentes tanto el emérito como los reyes Felipe y Letizia, las infantas Elena y Cristina y los hijos de ambas. Todos han viajado hasta la capital griega para mostrar su apoyo a la reina Sofía, que siempre ha estado muy unida a su hermano, dando una imagen familiar que hacía tres años que no se daba.

Llamativa ausencia la de la princesa Leonor y la infanta Sofía, que siempre se han mantenido al margen de este tipo de actos. La heredera al trono español no ha interrumpido la rutina que sigue en Gales, donde regresó a comienzos de enero para continuar con sus estudios de bachillerato tras haber disfrutado junto a los suyos de las vacaciones de Navidad. Caso similar al de su hermana Sofía, que al ser lunes lectivo no habría faltado a sus clases escolares en el colegio Santa María de los Rosales, donde cursa el último año de la educación secundaria obligatoria.

También habría que tener en cuenta que la relación de ambas con la familia real griega no sería tan buena como la del resto de la familia real española. A diferencia de los hijos de los eméritos, que han crecido con ellos y han compartido vacaciones y vivencias en Marivent, Leonor y Sofía apenas han estrechado lazos con estos miembros de la realeza europea, por lo que Felipe y Letizia habrían preferido no interrumpir sus quehaceres habituales y que cumplieran con sus respectivas obligaciones estudiantiles.

La reina Sofía, arropada por el resto de la familia real española

La reina Sofía ha accedido a la catedral Metropolitana de Atenas arropada por el rey Juan Carlos I, las infantas Elena y Cristina y el resto de sus nietos (Froilán y Victoria Federica; Pablo, Juan, Irene y Miguel). Los exmonarcas bajaban juntos del mismo vehículo y avanzaban al mismo paso hasta la escalinata del templo, sentándose en el interior en el mismo banco.

El protocolo ha evitado la foto de los cuatro reyes de España sentados juntos, como sí sucedió en el funeral de Isabel II. En esta ocasión, los eméritos se han colocado en la segunda fila, detrás de los familiares directos del finado, justo al frente de Felipe y Letizia, que tenían sitio preferente al otro lado del ataúd al ser monarcas en activo.