Pasaron ya más de dos semanas de la muerte del papa Francisco y tras el funeral y los días de duelo, todo está listo para la celebración del cónclave que reunirá a 135 cardenales habilitados para votar en la elección del nuevo Sumo Pontífice de la Iglesia católica.
El proceso, que en la historia tiene todo tipo de hitos sobre su duración (ha llegado a tardar años en acordar quién sería el nuevo Papa), tendrá lugar en la Capilla Sixtina.
Durante su estancia en el Vaticano, los cardenales estarán alojados en la residencia de Santa Marta, adonde vivió Francisco hasta su muerte. Un lugar que él llamaba "mi casa".
Se trata de una residencia eclesial que funciona como un hotel para los representantes de la Iglesia cuando visitan el Vaticano, y aunque los cardenales coincidirán en el desayuno, en los momentos de oración y en los pasillos tienen que cuidar sus palabras: las reglas son muy claras con respecto a la elección del nuevo Papa. Los electores deben permanecer aislados durante todo el proceso y se castigará con la excomunión al que de información sobre las votaciones, o diga cualquier cosa que pueda influir o manipular a los votantes.
Cada día se reúnen cuatro veces para votar. Si no hay acuerdo, se queman los papeles junto con una composición de fumígenos especial para que el color del humo sea oscuro y salga la fumata negra: se usa perclorato de potasio, antraceno y azufre. Cuando hay acuerdo, el Vaticano utiliza clorato de potasio, lactosa y colofonia para crear la famosa fumata blanca que precede al anuncio de "Habemus Papam", otra frase célebre de la tradición papal.
Salimos a la calle para preguntar a los estudiantes universitarios cuánto saben sobre el proceso del cónclave. Aunque en muchos casos hubo confusión acerca de los roles de quienes eligen al nuevo Papa, muchos de ellos se lo conocían a la perfección. Dale Play al vídeo que inaugura este artículo para enterarte.
"Me puse muy triste", dice una de las personas consultadas por Divinity, días después de la muerte de Francisco. El Papa argentino logró calar hondo en la juventud, con su mensaje más cercano y terrenal y con los gestos de apertura que ayudaron a la Iglesia católica a abrirse al mundo. Su famosa proclama "hagan lío", dio vuelta al globo y despertó un fervor perdido entre los jóvenes, que lamentaron mucho su fallecimiento. Dale Play para escucharlos en este vídeo.