Carme Chaparro explica cómo han afrontado sus hijas, de 14 y 12 años, su enfermedad: "Me da mucha pena"

El pasado mes de marzo, tras algún tiempo alejada del foco público, Carmen Chaparro anunciaba en sus redes sociales que estaba enferma y que se encontraba en tratamiento. La periodista aseguraba que estaba "en las mejores manos" y se mostraba muy positiva con su recuperación. Desde ese momento, de forma puntual ha ido ofreciendo algunos datos sobre su evolución, pero sin desvelar detalles sobre la dolencia por la que lleva de baja desde noviembre de 2024. Una baja que se cogió por recomendación médica. "Mis médicos me dijeron que parase porque me iba a morir...Me dijeron que tenía que estar en casa, que sería un tratamiento a tope", ha revelado en una entrevista que ha concedido a 'Lecturas'.

Seis meses después de anunciar que estaba atravesando por un complicado bache de salud, Carme Chaparro, que hace unas semanas aseguraba que estaba "llegado al final del proceso", se ha sincerado como nunca sobre su enfermedad y ha confesado que está a la espera de operación y ha tenido que recibir ayuda psicológica y psiquiátrica en estos meses porque ha estado "en un pozo muchos meses". Ahora se encuentra mejor, pero el tratamiento la deja completamente agotada. "La medicación es muy fuerte.. me atonta, me da mucho sueño. Estoy cansada porque la enfermedad es muy jodida", ha compartido la periodista, que ha explicado que toma 10 pastillas diarias.

Así han afrontado sus hijas su enfermedad

Están siendo momentos muy complicados en los que el marido de la periodista se ha convertido en su pilar fundamental. "Ha sido, y es, mi gran sostén. Él ha tenido que quedarse en casa a cuidarme mucho tiempo. Hubo una época en la que yo no podía estar sola", ha relatado en la citada entrevista, en la que también ha explicado que ambos han explicado a sus hijas todo lo que está pasando.

La periodista y su marido, Bernabé Domínguez, tienen dos hijas, Laia, que tiene 14 años, y Emma, de 12, a las que han contado la situación por la que está atravesando su madre. "Se lo hemos tenido que explicar. Explicarles que cuidado con mamá, que si la ven así no pasa nada... en nuestro caso ha sido lo mejor porque ellas ya saben que me van a tener que operar", ha explicado en la citada entrevista, en la que ha comentado que las menores la han visitado en el hospital. Durante este último año las han tranquilizado y les han explicado que si ven a la periodista cansada o muy dormida es por la medicación que está tomando y que deben estar tranquilas. "Han sido muy maduras".

Laia y Emma han tenido que madurar rápidamente al que da "mucha pena" a la periodista, que también ha asegurado que han tenido que cambiar sus rutinas y renunciar a hacer muchas cosas que a su marido y a ella les gustaba hacer con ellas. "Es tiempo que estoy perdiendo de hacer determinadas cosas, pero hacemos otros planes y lo comprenden. Tienen mucha fortaleza", ha destacado sobre las dos menores.

A la espera de ser operada

La periodista también ha revelado que aún está a la espera de ser intervenida, ha explicado que cuando los médicos le den todos los detalles de su enfermedad, compartirá su diagnóstico y su experiencia. "Pero cuando los médicos encuentren el piso y sepan si se puede hacer algo o no, lo contaré. Me puedan curar o no, tengo muchas ganas de contarlo y ayudar a otras personas que están enfermas igual que yo. Alzar la voz y decir qué me ha pasado ojalá ayude a otras personas a desestigmatizarlo", ha contado la periodista, que ha asegurado que mientras llega el momento de entrar en quirófano, ella ha empezado a salir algo más a la calle, aunque "acompañada siempre" y solo cuando tiene "fuerzas", porque hay momentos en los que le cuesta levantarse.