La vida de Nagore Robles antes de la fama: una familia humilde, una hermana leal y todo tipo de empleos

Carlos Otero

Fue a finales de julio de 2009 cuando comenzó a cambiar la vida de Nagore, quien junto a varios centenares de personas se personó en un hotel de Bilbao situado en la avenida de Zumalacárregui para iniciar sus audiciones para el reality decano de la televisión. La presentadora, que entonces tenía 26 años, destiló energía y personalidad, algo que pronto llamó la atención del equipo responsable de la selección de concursantes.

“Trabajo como representante de una marca de ropa y he sido gogó”

En la entrevista en profundidad que se le hizo, Nagore se presentó como una joven muy dinámica y luchadora que sabía muy bien como ingeniárselas para sacarse las castañas del fuego. “En mi vida he hecho de todo: ahora trabajo como representante de una marca de ropa, pero antes he sido gogo, camarera o dependienta y también he hecho mis pinitos como modelo”, nos contaba a los responsables del proceso.

Tal y como la conocemos ahora, Robles se presentaba sin filtros: “Soy muy intolerante, me pongo muy nerviosa y orgullosa”. La joven Nagore explicaba que su carácter estaba basado en su pasado como niña consentida: “era la típica niñata insoportable que quería llamar la atención y hacía lo que le daba la gana”. 

Su hermana Janire, su gran valedora

Nagore contaba entonces que la responsable de que encontrase en el proceso de selección del reality era su hermana, Janire, fan acérrima del formato. “Estamos muy unidas y nos queremos un montón, ella conoce el programa al dedillo y cree que podría encajar dentro”. ¡Y vaya si tuvo ojo clínico la mayor de las Robles! “Soy buen rollo hasta que me tocan el higadillo, porque no soy de piedra”, explicó sobre sí misma en el proceso de selección.

La relación con sus padres

En aquella ocasión Nagore también habló del resto de su familia y se deshizo en halagos hablando de sus padres que se habían sacrificado mucho para sacarla adelante. “Mi madre, Puri, empezó a trabajar a los 11 años y se lo ha currado, no ha tenido reparos en limpiar escaleras y lo que hiciese falta”, argumentaba llena de orgullo.

Años más tarde explicaría sobre ella en su perfil de redes sociales que "no le gusta que la llamen trabajadora porque es mucho más que eso, pero ya os digo que no hay nadie más curranta que ella. Cuántas veces he criticado que siempre diga sí a todo lo que necesitamos de ella, pero es que esa es su forma de querer al resto, cuidarnos y ayudarnos en todo lo que puede y sabe, que es infinito", desveló.

Nagore también habló de la relación con su padre, un hombre del que heredó su carácter impulsivo y intempestivo. Años más tarde profundizaría en ello a través de sus redes sociales. "Cuando os subo los vídeos de las bromas con él, los cuales son fantásticos, no se llega apreciar, todo lo que hemos tenido que integrar para llegar a este punto. De hecho, seguimos en construcción, y muchas veces tenemos que separarnos para reencontrarnos en el momento idóneo, no vaya a ser que nuestros caracteres choquen como dos cabras montesas", contaba a su comunidad de seguidores.

Gran Hermano 11 y el punto de inflexión

Nagore entró en la undécima edición de GH el 6 de septiembre de 2009 y no llegó a estar un mes dentro de la famosa casa. La audiencia la percibió como villana y fue la segunda expulsada con el 95 por ciento de los votos. Gracias a su desparpajo en los platós de televisión fue ganándose a ese público que la eliminó del concurso y se convirtió en el referente que es hoy en día.

Tras GH vendría ‘Acorralados’, reality que ganó en 2011, y sus colaboraciones en inifinidad de programas de la cadena: Mujeres y Hombres y Viceversa, El Programa de Ana Rosa, debates de realities, fue presentadora de ‘Pesadilla en el Paraíso’... Una vida ante las cámaras que ha transformado a aquella representante textil en una de las comunicadoras más queridas del país.