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Laura Sánchez, sobre su diabetes: "Fue una sorpresa total, ya que debuté con 40 años y sin antecedentes familiares"

Laura Sánchez, en una fotografía de archivoCordon Press
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Fue en el año 2021 cuando Laura Sánchez habló por primera vez de la diabetes que padecía, diagnosticada tres meses antes en una revisión ginecológica. La desinformación que tenía sobre su enfermedad en aquel momento la llevó a tomarse el asunto como "un reto personal" para aprender y utilizar el altavoz que tiene como figura pública para hablar de ello. Este 14 de noviembre, con motivo del Día Mundial de la Diabetes, una oportunidad para crear conciencia sobre el impacto de esta enfermedad en la salud de las personas, hablamos en exclusiva con la modelo sobre cómo lleva la enfermedad, los hábitos que ha cambiado desde que se la diagnosticaron y la importancia de las revisiones al tener un componente hereditario.

Laura Sánchez nos ha explicado que intenta mantener una rutina que le ayude a "controlar los niveles y evitar complicaciones", pero sin dejar que la enfermedad defina su vida. La modelo se quedó muy sorprendida al conocer el diagnóstico porque tenía 40 años y no tenía antecedentes familiares. Fue entonces cuando se dio cuenta de la importancia de hacerse análisis rutinarios y del cuidado para prevenir complicaciones.

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Las declaraciones de Laura Sánchez sobre la enfermedad que padece

¿Cómo llevas la enfermedad?

La diabetes es una enfermedad crónica que requiere mucha atención. Intento llevarla lo mejor posible, manteniendo una rutina que me ayude a controlar los niveles y evitar complicaciones, pero sin dejar que la enfermedad defina mi vida. Cuido mi alimentación, hago deporte y procuro mantenerme emocionalmente estable, ya que el estrés y el cortisol influyen mucho en los niveles de glucosa.

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Te enteraste por una analítica rutinaria, ¿fue un shock conocer el diagnóstico?

Jamás pensé que podría tener diabetes, sobre todo porque estaba muy desinformada sobre lo que realmente significaba. Fue una sorpresa total, ya que debuté con 40 años y sin antecedentes familiares. Eso me hizo darme cuenta de que nadie está libre y de la importancia de hacerse análisis rutinarios para poder detectarla a tiempo y prevenir complicaciones.

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¿Ha cambiado tu vida desde entonces?

Más que cambiar, he incorporado un control diario. No he dejado de hacer nada por tener diabetes. A menudo se piensa que las personas con diabetes tipo 1 no pueden comer ciertas cosas, pero en realidad se puede comer de todo, siempre que garantice un buen control de la enfermedad. Es cierto que hay muchos factores que pueden alterar la glucosa, pero por eso existen nuevas tecnologías y el autocontrol diario, que ayudan muchísimo a mantener el equilibrio.

¿Qué hábitos has cambiado desde que te diagnosticaron?

No he cambiado mis hábitos, simplemente he añadido algunos como medir mi glucosa al levantarme y antes de comer, por ejemplo. Me gusta pensar que la diabetes es como un globo que no puede tocar el suelo ni escaparse de las manos: se trata de mantener el equilibrio constantemente.

¿Qué buenos hábitos recomiendas para reducir el riesgo de complicaciones?

Control, control y más control. Cuanto más controlada esté la diabetes, cuando tu cuerpo prácticamente no “nota” que la tienes, menos riesgo hay de complicaciones. No es fácil, pero tampoco imposible. Las enfermedades o infecciones, como una simple gripe, pueden alterar los niveles, y ahí es donde el apoyo del equipo sanitario resulta fundamental. La clave es la constancia y la observación diaria.

El estrés es un factor que puede aumentar el cortisol y la glucosa. ¿Cómo lo gestionas?

He aprendido a tomarme la vida con calma y a no preocuparme por cosas innecesarias. El estrés cotidiano, llegar tarde, no saber qué regalar, un imprevisto cualquiera, eleva el cortisol y es uno de nuestros peores enemigos. Hay que aprender a relativizar, a respirar y a entender que no pasa nada si las cosas no salen perfectas.

Viajas con frecuencia a Estados Unidos por tu hija, ¿es complicado hacerlo con la medicación?

Viajar con diabetes requiere un poco más de organización, pero nada más. Igual que preparo mi neceser con cremas o maquillaje, llevo otro con insulinas, tecnología y un justificante médico. A veces, por la tecnología, no puedo pasar por ciertos escáneres en el aeropuerto y me hacen un control manual, pero es algo totalmente normal. Solo requiere un poco de paciencia.

La diabetes puede tener un componente hereditario. ¿Te preocupa que tu hija la herede?

No, miedo no. Si en el futuro mi hija desarrollara diabetes, no habría nada que pudiera hacer para evitarlo, pero sí puedo fomentar la prevención. Ella se hace chequeos con frecuencia y, al ser deportista, tiene un control más estrecho. Es consciente de que podría desarrollarla o no, pero no vive preocupada por ello.

¿Qué mensaje darías a las personas que acaban de recibir el diagnóstico?

Les diría que pasen cuanto antes el proceso de asimilar la noticia. Es normal sentir tristeza o frustración, pero aceptar la enfermedad cuanto antes es fundamental. La diabetes va a acompañarte muchos años, así que hay que aprender a convivir con ella. No es fácil, pero con buena actitud, todo se vuelve más manejable. Cuando estás bien contigo mismo, tus números también lo reflejan.