Enfermedades famosos

Tatiana Schlossberg, nieta de Kennedy, padece cáncer terminal con 35 años: su vida familiar como madre de dos niños pequeños

Tatiana Schlossberg
Tatiana Schlossberg, en una fotografía de archivoGetty Images
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Tatiana Schlossberg, hija de Caroline y nieta del presidente John F Kennedy, ha anunciado que padece un cáncer terminal a sus 35 años y que los médicos le dan menos de un año de vida. Este pasado sábado, en una tribuna publicada en la revista New Yorker, la periodista contaba que padece una leucemia mieloide aguda con una mutación rara, conocida como Inversión 3, poco común en personas jóvenes. "No podía creer que estuvieran hablando de mí", asegura.

En un artículo titulado 'Una batalla con mi sangre', la nieta del presidente cuenta que descubrieron su enfermedad cuando dio a luz a su hija pequeña en mayo de 2024. En un análisis de sangre se dieron cuenta de que el número de células blanca que tiene en su cuerpo es "anormalmente alto". Dos trasplantes de células madre de médula espinal, largas sesiones de quimioterapia e inmunoterapia son tan solo algunos de los tratamientos que ha probado desde entonces para intentar curarse. "Ahora he añadido una nueva tragedia a su vida, a la vida de nuestra familia, y no puedo hacer nada para impedirlo", escribía en la publicación.

El príncipe Guillermo, Jack Schlossberg Kennedy, Tatiana Schlossberg Kennedy y Caroline Kennedy

Schlossberg había llevado un embarazo activo: había nadado 1,6 kilómetros estando de nueve meses y solía correr entre ocho y dieciséis kilómetros por Central Park. Sin embargo, tras el parto, llegó el diagnóstico menos esperado.

El papel de su marido, sus padres y sus hermanos

La nieta del presidente pasó semanas sin poder levantar a sus hijos cuando regresó a casa porque, aunque su cuerpo estaba acostumbrado al deporte, las secuelas de los tratamientos la obligaron a aprender a andar de nuevo. Menciona a su marido George, residente de urología, como su gran apoyo en esta dura enfermedad. También a sus padres, Caroline Kennedy y Edwin Schlossberg, que se encargaron de sus hijos. Y por último a sus hermanos, Jack y Rose, que permanecieron a su lado "intentando disimular su dolor".

Tatiana y su hermana Rose, en una foto de archivo

Sus dos hijos menores

Uno de sus mayores miedos es que sus hijos, que tienen cuatro y un año y medio, crezcan sin su recuerdo. El mayor tiene imágenes sueltas de ella, pero a la pequeña apenas ha podido tenerla en brazos porque sus tratamientos comenzaron a raíz del parto. "No sé quién cree realmente que soy", confiesa en ese artículo. "A veces me engaño a mí misma para pensar que recordaré todo esto (las vivencias con sus niños) para siempre, que lo recordaré cuando esté muerta. Evidentemente, no será así. Pero como no sé cómo es la muerte, y no hay nadie para decirme qué hay después, seguiré engañándome. Seguiré intentando recordar", termina diciendo en este duro relato en el que ha compartido lo que vive desde hace más de un año.