Leire Martínez se sincera sobre cómo fue su salida de 'La Oreja de Van Gogh' : "Todavía hay cosas que me cuesta digerir"

En octubre de 2024 se anunció la salida de Leire Martínez de 'La Oreja de Van Gogh' tras casi dos décadas como vocalista del grupo. Justo un año después, el regreso de Amaia Montero colocó de nuevo en el centro una historia marcada por transiciones, etapas y decisiones personales. Leire encara ahora su camino en solitario, con nuevos proyectos musicales y una reflexión pública sobre cómo vivió el final de esa etapa y cómo ha gestionado su impacto personal y familiar.

Tras su paso por 'Factor X' y su incorporación a 'La Oreja de Van Gogh', Leire Martínez asumió un cambio que transformó su vida profesional. Pasó de la discreción al foco mediático y al reto de ocupar el lugar que antes había tenido Amaia Montero. Con el paso del tiempo, la cantante ha explicado que aprendió a sostenerse en su propio criterio y a no exponerse a las comparaciones. Como recuerda en su conversación con el programa 'En clave de Rhodes', “pasé de ser alguien totalmente anónima a escenarios terriblemente grandes” y, ante el ruido externo, optó por protegerse: “Me protegí mucho: no leía nada, no me interesaba”. Hoy, su nueva etapa creativa se centra en su proyecto en solitario y en un proceso de reconexión con la música y con su propia historia.

Su relato sobre la salida del grupo

En el programa 'En clave de Rhodes', en el escenario del Teatre Principal de Palma, Leire compartió con James Rhodes una reflexión sobre los ciclos personales y profesionales. Allí habló del valor de atender al presente y de la necesidad de encontrar sentido tras los cambios vividos. Durante la charla, resumió este enfoque en una frase que define su momento actual: “Me empeño en vivir conectada con el aquí y el ahora, para que el día que esto se acabe, tener la sensación de haber sacado chispas”.

El cierre de su etapa en el grupo no fue sencillo. Lo expresa con claridad al decir que “fue doloroso, ya lo he dicho, y a nivel emocional todavía hay cosas que me cuesta digerir”. Aun así, subraya que su prioridad fue mantenerse activa y seguir adelante: “Si algo tenía muy claro es que yo quería seguir trabajando”. Para ella, la clave estuvo en asumir los límites de lo que no depende de una misma: “Hay cosas que ocurren que no podemos controlar y que pasan factura, pero sufrir de más por algo que no puedes controlar no me merece la pena”.

En esa conversación también revisitó el inicio de su entrada en la banda, marcada por el vértigo del cambio y la presión pública. Frente a ello, explicó que ya entonces tenía un trabajo personal previo que le permitió sostener esa transición: “Hace mucho que aprendí a quererme con todo, con mis luces y mis sombras”.

Cómo contó a su hijo que ya no formaba parte de La Oreja de Van Gogh

Leire ha compartido además cómo vivió este proceso en el ámbito familiar, especialmente en su relación con su hijo Lucas. Explicó que el niño ya conocía la posibilidad de que se produjera su salida del grupo, porque “lo habíamos hablado en casa y sabía que eso podía pasar”. El momento clave llegó el día en que fue a recogerlo al colegio tras conocerse la noticia. Él percibió su emoción y quiso saber si creía que esa decisión sería positiva para ella.

Según relata, su respuesta fue honesta: “Le dije que no lo sabía, pero que la vida es así”. La reacción de su hijo recogió el sentido práctico con el que la familia afrontó el cambio: “Pues muy bien, mamá, porque así vas a estar más tiempo en casa”.