Primer posado de la Duquesa y Alfonso Díez

divinity.es 16/05/2011 18:54

Ya van cuatro años de amor entre Cayetena de Alba y Alfonso Díez. No ha sido un camino fácil para la pareja, que ha tenido que lidiar con los problemas de salud de ella, la oposición de sus hijos, las malas lenguas... Pero la relación sobrevive y con esta imagen, primer posado oficial de la pareja, y esta entrevista a la revista Vanity Fair, Alfonso y Cayetana dan un paso más en la formalización de su relación.

En la entrevista, hablan ambos sin cortapisas de su relación y de los rumores de boda: “A mí no me gusta lo pretencioso ni casarme para obtener un estatus -dice Alfonso- De hacerlo tiene que ser algo natural, la guinda de esta historia. Cayetana es mi presente absoluto, y el futuro, Dios dirá”.

La duquesa, por su parte, asegura conocer el origen de las habladurías que han circulado sobre ellos todo este tiempo. “Me envidian porque no tienen un hombre tan guapo y simpático como Alfonso al lado. Es cariñoso y desprendido, y está muy enamorado de mí”. A la pregunta inmediata de “¿y usted de él?”, Cayetana responde: “Yo también, y me ha dicho la siguiente frase: “Me moriría si no estuvieses a mi lado”. A continuación, confiesa que es muy celosa “nunca me han dado motivos, pero me los he inventado”, y que la pasión los mantiene jóvenes. “El amor en la madurez, en el fondo, se parece al de la juventud”.

El tema de la diferencia de edad entre ellos, 25 años, tampoco se elude en la entrevista: “Cayetana es incansable. Siempre está diciendo: ¿Y ahora qué hacemos? Está dispuesta a probar esas cosas que le faltan por hacer. A veces parezco yo el mayor de la pareja”, asegura Alfonso. Y remata: “La quiero muchísimo y es un placer y un privilegio estar a su lado”.

Los hijos de la duquesa también salen a relucir en el reportaje, de diversas formas. “Yo nunca hice nada por no tener hijos, la maternidad es muy emocionante”, dice Cayetana, que desvela que estuvo once veces embarazada y sufrió cuatro abortos y una muerte prematura. Sobre si se deja aconsejar por sus hijos, se muestra tajante: “Uy, qué va, ni caso. A mí me aconsejaba mi padre, pero después de él, nadie”. ¿Es importante que ellos acepten a Anfonso como marido?, le pregunta la periodista. “Hombre, sería más agradable, claro...” Alfonso Díez, por su parte, zanja el tema con un elocuente: “Son sus hijos”.