Cuando hicimos el perfil de Andrej Pejic comentando sus orígenes en un campo de refugiados para serbios realojados de la guerra Bosnia sabíamos que su ambigüedad resultaba muy provocativa. Cuando vino a Barcelona para desfilar vestido de novia constatamos que es un escándalo en sí mismo por la polémica y el eco mediático que ha tenido. Pero es que ahora, cuando hemos visto cómo ha sido su paso por la ciudad de Gaudí, lo que hemos averiguado es que le gusta el mambo pero bien: En la catedral, se ha fotografiado como Madonna en su clip de Like a Prayer. Pero lo mejor ha sido su ataque de modestia por el revuelo que causa: "Yo sólo soy una puta que ha invertido en un bote de lejía".