Nadie esperaba el fallecimiento de Beatriz Preysler. Luchaba contra la enfermedad desde hace años, pero sus allegados tenían esperanza en que superase el bache que sufrió unas semanas atrás, según ha informado Vanitatis. Al final, se confirmaron los peores temores y el cáncer de pulmón que padecía acabó con su vida a los 53 años. Demasiado pronto.
Beatriz fue una mujer muy reservada. Nunca quiso figurar en el papel couché, aunque categoría y lazos familiares para hacerlo por todo lo alto no le faltaron precisamente. Beatriz Cortázar ha comentado en su blog que ésta era una opción personal: "discreta mujer que nunca quiso robar un plano a su famosísima hermana sino llevar una vida de lo más tranquila y anónima".
Tan sólo se noticiaron en su día los detalles más elementales. Vino a vivir a Madrid a mediados de los años noventa. Se casó y separó de Luis Castillejo, un "destacado jugador de polo", tal y como le definió el diario ABC en 1996.
Con él tuvo dos hijos, Diego y Álvaro. El segundo, por su foto del perfil de Facebook, ha seguido los pasos de su padre y juega al polo. En una ocasión, se relacionó a Beatriz con el duque de Sevilla, Francisco de Paula de Borbón y Escasany, con quien veraneó en Marbella. Fue su propio marido quien dijo que eran sólo amigos en una declaración que daba que pensar, tal y como quedó reflejado en la prensa.
Siempre se llevó bien con su ex y padre de sus hijos, en cualquier caso. Y volvió a vérseles juntos. Por ejemplo, en Sotogrande, en otro periodo vacacional.
Según Cortazar, las dos hermanas estaban muy unidas: "Con ella se van muchos recuerdos de su infancia y adolescencia y muchos de su vida actual puesto que siempre la tuvo muy cerca al igual que su madre".