Fernando Verdasco comparte su día a día en Catar: las imágenes junto a su mujer, Ana Boyer, y sus hijos

Tras pasar unas semanas de desconexión en España, Fernando Verdasco y Ana Boyer volvieron a Doha hace un mes donde, junto a sus hijos, trasladaron su residencia habitual hace ya siete años. Ahora, la familia ha querido compartir con sus seguidores nuevas imágenes en la capital de Catar que dan buena cuenta de cómo es su día a día allí.

Las últimas fotos que demuestran la felicidad de la familia

“¡Menuda semana increíble en casa”, escribe el tenista junto a la publicación que ha subido a su cuenta de Instagram. En el vídeo que lo acompaña, nos muestra su día a día junto a su mujer, Ana, y también junto a sus niños: Miguel, de 4 años, y Mateo, de 2.

Allí, la familia al completo ha disfrutado de momentos que, seguramente, guardarán para siempre. Desde simples paseos al caer la noche a un increíble atardecer a la orilla del mar, sus planes estos días se han resumido en regocijarse en la piscina y la playa, donde padre e hijos nos han dejado ver sus bañadores a juego. Y es que las altas temperaturas de Doha les han permitido tener unos días de descanso de lo más veraniegos.

Sin duda, un momento para toda la familia donde han disfrutado de planes para los mayores pero también para los más pequeños que, entre cubo y pala, helados y columpios, tal y como enseñan en una de las fotografías, les ha hecho posar con una gran sonrisa, demostrando el momento tan feliz y divertido que están viviendo.

Fernando y Ana, un amor a primera vista

Hace once años, Ana Boyer acudió en Madrid a uno de los conciertos de su hermano, Enrique Iglesias. Entre el público se encontraba, también junto a su hermana, Fernando Verdasco, que posteriormente entró en el camerino. Allí fue donde se vio por primera vez la pareja.

Tal y como Fernando reveló en el programa 'Mi casa es la tuya', “el día que conocí a Ana fue en el concierto de Enrique (Iglesias) aquí en Madrid, en 2012. La vida me dio una medio señal. Yo tenía novia, pero a los tres días la tuve que dejar. Bueno… A los tres días no, pero a las semanas”. Y es que el tenista sintió todo un flechazo nada más ver a la hija de Isabel Preysler.

Cuatro años después, decidió pedirle matrimonio. Un momento que también aseguró en el mismo programa que "fue de película. Yo soy más flojeras que la leche. Cuando se lo pedí, lloré yo más que ella. Fue muy bonito.” Desde entonces, han construido una preciosa historia de amor junto a sus hijos.