No todo iba a ser perfecto en el estilo de Catalina Middleton. Vale que su ropa arrasa y modelo que se pone modelo que se agota en tiendas, pero su maquillaje no acaba de convencer. Al menos, en lo que a ojos se refiere. Varios expertos han criticado su uso y abuso de eyeliner negro. La última ha sido la diseñadora Vivienne Westwood, quien ha asegurado en The Sunday Times que no le gusta porque endurece su mirada.

"Creo que ella tiene un problema con el maquillaje de los ojos. La línea le hace parecer más dura. Debería difuminarla o no usar ninguna", ha dicho la conocida diseñadora de 70 años y referente de la siempre llamativa Helena Bonham Carter.

De acuerdo o no con las opiniones de la diseñadora, lo cierto es que ésta no es la primera vez que se habla del tema, que ya se ha convertido en cuestión de estado. Catalina no deja su eyeliner ni para casarase. Ella misma fue la que decidió que su lápiz de ojos oscuro no podía faltar en ese día tan especial. Tampoco faltó en la reciente boda de su prima política Zara Phillips. También fun un imprescindible en el neceser que se llevó en su reciente viaje a Canadá y la pudimos ver así maquillada en las fotos del día de su pedida de mano.

Westwood se ha unido con estas críticas a sus colegas de profesión Viktor & Rolf. Ambos sugirieron en la revista Grazia un cambio en el maquillaje de Catalina: "Sería apostar por su belleza natural". Al dúo le gustaría ver más opciones en el rostro de la futura reina de Inglaterra y también en su peinado. A ellos tampoco les convence el pelo que Valentino calificó como "inaceptablemente largo" y que para muchos es la principal seña de identidad de la princesa.

Volviendo al asunto del lápiz de ojos, la experta en maquillaje del Daily Mail, aunque agradeció que el 29 de abril se lo suavizase un poco. Así por lo menos no se parecía a Victoria Beckham, una abanderada de este tipo de líneas en los ojos. El Telegraph recoge en este artículo un amplio número de críticas de expertos maquilladores que piden a la mujer del príncipe Guillermo que se decante por los tonos tierra o, en su defecto, cambie el lápiz por el rímel. Conseguir un cambio de estilo es un reto complicado. Catalina lleva utilizando este tipo de maquillaje desde que era conocida como Kate y mucho antes de que pasase por el altar. En las imágenes de sus fiestas como soltera e incluso en el desfile que protagonizó en la universidad (cuando conquistó a Guillermo) ya llevaba esta seña de identidad.

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