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Siete días después de ingresar en la madrileña clínica Universidad de Navarra, Sara Carbonero ha recibido el alta médica. La periodista ha sido fotografiada abandonando las instalaciones del centro con una amplia sonrisa y haciendo gestos de agradecimiento a la prensa desde su propio coche, conducido en este caso por Iker Casillas.
El exportero del Real Madrid ha estado presente de forma constante en el hospital, a donde acudía a diario justo después de llevar a Lucas y Martín, sus dos hijos, al colegio. Los turnos de visita se los ha repartido con su suegra Goyi y con Irene Carbonero, hermana pequeña de la presentadora.
La noticia de que la periodista se encontraba bajo vigilancia médica saltó el pasado martes por la noche. El diario ABC aseguró que se trataba de una recaída en el cáncer de ovario que le diagnosticaron hace ya año y medio.
Sin embargo, a lo largo de la semana, el entorno de Sara se ha encargado de desmentir esta información, confirmando que su ingreso era por otro motivo diferente al de su tumor.
Aunque por el momento se desconoce por qué tuvo que ser intervenida de urgencia, este miércoles la revista ¡Hola! anunciaba que la operación había sido un éxito y que los especialistas que han estado cuidando de su salud esta semana estaban muy satisfechos con el resultado.
En esta reaparición pública, donde hemos podido ver a Sara muy sonriente, vestida con un abrigado jersey de lana, se confirma esa mejoría de la que hablaban varios medios que, además, desvelaban las ganas de la periodista por volver a la normalidad.
A lo largo de estos próximos días, la periodista deportiva retomará sus colaboraciones en Radio Marca con el espacio de entrevistas 'Que siga el baile'. Su actividad en redes sociales, aunque ha sido menor, no ha cesado en estos siete días en la prestigiosa clínica Universidad de Navarra.