Verdades y mentiras de los aditivos en la comida: ¿cuándo son necesarios?

  • Los aditivos cumplen una función en los alimentos que garantiza, en muchos casos, su conservación y que mantengan su frescura

  • Muchas personas temen que sean nocivos para la salud y miran con recelo el etiquetado de cada producto

  • Te contamos para qué sirven y por qué puedes tomarlos con total tranquilidad

Nos preocupamos por alimentarnos de manera saludable, comer de manera consciente y elegir bien qué productos entran en nuestra cesta de la compra. Eso nos ha llevado a aprender a fijarnos en el etiquetado de los alimentos que compramos y a relegar los ultraprocesados al consumo ocasional. Uno de los motivos que más nos echan para atrás a la hora de elegir un alimento es comprobar el número de aditivos que figuran entre sus ingredientes. Y es que los aditivos están en el punto de mira, a pesar de no suponer ningún riesgo para nuestra salud.  De hecho, en muchos casos cumplen con una función que garantiza la seguridad y la calidad del alimento. Te contamos toda la verdad sobre los aditivos para que puedas desterrar falsas creencias sobre ellos.  

Cada aditivo tiene una función 

 Los aditivos alimentarios son sustancias añadidas intencionadamente a los alimentos para desempeñar ciertas funciones tecnológicas, como dar color, endulzar o ayudar a conservar los alimentos. Esto quiere decir, que entre otras cosas, pueden mejorar su apariencia, potenciar su sabor y hacer que su consumo sea seguro.  

Unas veces aparecen en el etiquetado indicando cuál es su finalidad (colorante, edulcorante…) y otras se emplea la letra “E” seguida del número correspondiente. Esta última posibilidad es la que nos inquieta más pero, tal y como te decimos, no hay motivo para ello.  

¿Cómo sabemos que son seguros? 

 Ningún producto que se venda en la Unión Europea contiene aditivos, sean naturales o  sintéticos, que no hayan sido examinados y autorizados por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA). Analizan con detalle cualquier nuevo aditivo propuesto y el uso que va a tener, garantizando que es seguro para nuestra salud.  

La campaña #EUChooseSafeFood es fruto de la colaboración entre la EFSA y las autoridades nacionales de seguridad alimentaria. Con ella pretenden transmitirnos esa confianza que necesitamos para saber que podemos estar tranquilos al encontrarnos con aditivos entre los ingredientes de los productos que consumimos.  

 Si un aditivo es capaz de mejorar la frescura, conservación o textura de un alimento, y además podemos tener la tranquilidad de que los científicos y expertos trabajan para que sean seguros al 100%, puede que sea el momento de leer el etiquetado con otros ojos. Eso no significa que todo los productos que encontramos en el supermercado sean igual de saludables, y debemos saber distinguir entre los que podemos consumir a diario y los que debemos reservar para el consumo ocasional.  

¿Aditivos naturales o sintéticos? 

Utilizar aditivos para preservar los alimentos es algo que se hace desde tiempos remotos. Si bien es cierto que antes eran naturales, como la sal o el azúcar, que a día de hoy se utilicen muchos que son sintéticos es, en realidad, una garantía añadida de que cumplen con su finalidad. La ciencia y los expertos en Tecnología de los Alimentos trabajan para ofrecer aditivos que cumplan con los objetivos para los que han sido creados, al mismo tiempo que son seguros para el consumo. Por lo tanto, la elección de un aditivo, sean sintético o natural, se hará pensando en su eficacia, porque su seguridad está garantizada.  

Estos son los aditivos más habituales 

Ahora que sabemos que los aditivos que se utilizan son seguros, queremos conocer cuáles son los más utilizados y para qué:  

  • Conservantes: son esenciales porque preservan los alimentos en buen estado evitando su deterioro.  
  • Colorantes: mejoran el aspecto de un alimento potenciando o mejorando su color.  
  • Antioxidantes: evitan que los alimentos se oxiden y cambien de sabor y color.  
  • Aromatizantes: potencian el aroma de un alimento haciéndolos más atractivos para su consumo.  
  • Almidones: se utilizan para mezclar ingredientes en un solo producto que no podrían unirse sin ellos.  
  • Edulcorantes: como imaginas, hacen que los alimentos tengan un sabor más dulce. Sustituyen al azúcar en productos light y en aquellos permitidos para quienes no pueden tomarla por diferentes enfermedades. 
  • Potenciadores del sabor: logran que un alimento tenga mucho más sabor del que tendría de manera natural.  

 Como puedes comprobar, unos son más necesarios que otros, y aún sabiendo que son seguros, para seguir una alimentación saludable, es conveniente leer siempre el etiquetado, fomentando en la medida de lo posible el consumo de alimentos frescos.