El comunicado, que ha completado con un emoticono de unas manos rezando, termina así: "Solo puedo rezar y superar estos momentos traumáticos al lado de mi familia y siempre con vuestro apoyo infinito. Os quiero". ¡Mucho ánimo, Shaila!
Que Shaila Dúrcal es querida tanto dentro como fuera de España es un hecho. La prueba está en los comentarios de sus seguidores, que han mostrado su apoyo con mensajes de ánimo y fuerza. "Espero que te recuperes pronto", le ha escrito una usuaria de Instagram. "Tu madrecita linda te cuida y bendice desde el cielo", le ha recordado otra fan desde Chile.
A pesar de este pequeño altercado (del que esperamos que salga lo antes posible), la carrera de Shaila Dúrcal es imparable. 'Qué importa', su nuevo sencillo en tres versiones, ha sido un empujón más para demostrar su orgullo por "seguir creando música" para su público.
Además de su madre, Rocío Dúrcal, a la que reconoció echar mucho de menos el Día de la madre, el otro pilar fundamental en la vida de Shaila es su chico, Dorio, al que conoció en el año 2004 tras un tiempo trabajando juntos. Por entonces, este hijo de brasileño y mexicana era director artístico de la discográfica BMG.
Hace unos días, con motivo del Día del padre, Dorio tuvo su merecida felicitación en redes por parte de Shaila. "Feliz Día del padre, mi amor. Eres el mejor papá del mundo. Felicidades en este día especialmente, aunque te celebramos y sobre todo admiramos cada día. ¡Te amo, mi amor!", compartió junto a una foto de él preparando una paella.
Hace justo diez años que se dio el 'sí, quiero' con su "flacks", como le llama cariñosamente. "Eres el amor de mi vida. Agradecida por tener un marido que me ama y respeta todos los días y con el que puedo crear un sueño de vida con aventuras y proyectos alucinantes", le dijo públicamente el día de su aniversario.
Otro artista al que le sucedió algo similar a lo de Shaila es Enrique Iglesias. En su caso, el incidente se produjo en uno de sus conciertos en Tijuana cuando un dron chocó con su mano. Varios meses después de lo sucedido, el hijo de Isabel Preysler confesó haber perdido la sensibilidad en la yema del dedo corazón de su mano derecha.