Cuando parecía que la calma había sucedido a la tormenta, un escueto comunicado de los abogados del golfista ha hecho saltar la paz de agosto. Tiger Woods y su esposa, Elin Nordegren, se han unido a ese nutrido grupo de parejas que no logran superar un verano en compañía y han anunciado su divorcio. La noticia llega tras dos años muy movidos para la familia, un tiempo en el que no han parado de salirle despampanantes amantes al deportista.
La sentencia establece que ambos compartirán la patria potestad de sus dos hijos, de tres y un año, según informaron los abogados en la web de Woods. "Elin Nordegren y Tiger Woods confirmaron hoy que se han divorciado", anunciaron en un comunicado los bufetes de abogados McGuireWoods LLP, que asesora a Nordegren, y Sasser Cestero and Sasser P.D, de Woods.
Nordegren y Woods, en tono triste aunque sereno, se desean en el escrito "lo mejor para el futuro". "Aunque ya no estamos casados, somos padres de dos maravillosos niños y su felicidad ha sido, y seguirá siendo, de primordial importancia para nosotros", han afirmado.
El divorcio se produjo al protagonizar el golfista un escándalo al filtrarse detalles de las aventuras amorosas que mantuvo con distintas mujeres antes y después de casarse con su esposa. Todo el caso se destapó a partir de un accidente de automóvil del golfista estadounidense el 27 de noviembre del año pasado en la urbanización donde residían en Florida.
Tras ese episodio fueron varias las mujeres que reconocieron públicamente haber mantenido relaciones sexuales con el deportista cuando este ya estaba casado, algo que finalmente reconoció el propio Woods, quien se retiró temporalmente del golf para reaparecer nuevamente y sin que los resultados deportivos le hayan acompañado.