TODO TIENE UN INICIOAlgo más de treinta años de carrera artística han sido testigos del ascenso y declive de una diosa, con una voz prodigiosa y cuyo estilo tiene tres pilares: las lentejuelas, las pieles y los trajes de chaqueta. En los comienzos de su carrera, sin embargo, el candor era evidente. Tenía el pelo (naturalmente) rizo y se vestía como cualquier adolescente de los 80.
LADY GRAMMY. Así posaba Whitney con su Grammy en 1988. Su carrera todavía estaba en ascenso.
EL ÉXITO TENÍA UN PRECIO 1992 fue el año en que se estrenó El Guardaespaldas, cinta por la que ganó dos Grammys, seis Billboard Awards y reconocimiento mundial. En el videoclip presumía de peluca con brillantes, uno de los grandes éxitos estilísticos de la cinta.
SEÑORA DE BROWN. Así se vistió en el día de su boda con Bobby Brown en 1992, con un vestido ceñido al cuerpo, escote corazón cubierto de gasa y un tocado de cisne. Él también iba de blanco.
LA DAMA DE ROSA. En el año 2000 sosteniendo su enésimo premio Grammy. Combinaba su gusto por los brillantes en el vestido y la soberbia piel rosa. Nunca fue amiga de PETA.
EQUIPO TOTAL. No es la primera ni la última vez que veréis a Whitney y Bobby perfectamente conjuntados. Ella, por cierto, usaba mucho los trajes pantalón para sus salidas.
CAIDA DE UNA DIOSA. En 2005, durante una visita a Barcelona, el declive era evidente. Se escondía ante unas diminutas gafas de sol y uno de sus sempiternos abrigos de piel.
EMULAR AL FÉNIX. Siempre trataba de resurgir de sus cenizas, cada vez con más retoque digital en busca de una realidad inexistente.
DE NEGRO Y ABUCHEADA. Durante un concierto en 2010 en Dinamarca no solo le falló la voz. Su figura tampoco era la misma y enfundarse en un Hervé Leger negro era, cuanto menos, una osadía.
HORAS ANTES. Esta semana Whitney volvía a intentar resurgir de sus cenizas. Lo hacía con un vestido plateado y lleno de poderío, como tratando de recuperar los éxitos de hace 20 años. No le dio tiempo.
